Fotografía: AFP

Los restos óseos hallados en una supuesta fosa clandestina en un terreno baldío en el sureste de Ciudad de México corresponden a animales y no a seres humanos, confirmó este miércoles la fiscalía local.

Ulises Lara, fiscal de la capital mexicana, explicó en un mensaje a la prensa que los huesos y cenizas reunidos más temprano en el sitio ya fueron analizados por expertos forenses sin que se descubriera material biológico humano.

“Los 14 elementos óseos encontrados en el lugar son de origen animal particularmente de la especie canina y ninguno de ellos corresponde a persona alguna”, zanjó el funcionario.

La existencia de la supuesta fosa clandestina, algo poco frecuente en la capital, fue denunciada el martes por Cecilia Flores, presidenta del colectivo Madres Buscadoras del estado de Sonora (norte), quien además dijo que en el lugar había lo que parece ser un crematorio de cadáveres.

Pero Lara sostuvo que los análisis científicos realizados a las cenizas mostraron que también correspondían a animales y a basura.

Aseguró, además, que en las cercanías hay un poblado, por lo que sería complicado cremar cuerpos, un proceso que requiere altas temperaturas por tiempo prolongado, sin que los pobladores se percataran.

“Podemos afirmar categóricamente que no se trata ni de un crematorio ni de una fosa clandestina”, sostuvo.

Pablo Vázquez, jefe de la policía local, explicó por su parte que en la zona han realizado tres indagatorias previas -la más reciente de ellas concluyó el 19 de abril- sin encontrarse restos humanos.

Previo al anuncio de las autoridades, Flores subió mensajes en sus redes sociales asegurando que en el lugar había restos humanos y que el jueves seguirían con la búsqueda.

Este caso provocó diferencias entre la organización de Flores y el colectivo Una luz en el camino, que reúne a madres de Ciudad de México y quienes aseguran que participaron en las revisiones previas sin hallarse resto humano alguno.

Jacqueline Palmeros, de este último grupo, reprochó que las buscadoras de Sonora no les hubieran informado de sus trabajos y sus hallazgos en la capital antes de hacerlos públicos.

“Al parecer es negativo (a que sean restos humanos), es muy difícil que sea un crematorio clandestino”, dijo Palmeros.

El sitio en cuestión está ubicado en una área entre Iztapalapa y Tláhuac, dos populosas alcaldías de la capital con altos índices de pobreza y presencia de grupos criminales.

Según cifras oficiales, en México se cuentan casi 100.000 personas desparecidas, la gran mayoría de casos desde el lanzamiento a finales de 2006 de una polémica ofensiva militar contra los cárteles del narcotráfico.

Las cifras más elevadas se concentran principalmente en estados con fuerte actividad de grupos del crimen organizado.

AFP

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