Gustavo Loza entró de lleno y con el pie derecho en el mundo de la televisión. Canal Once le dio su primera oportunidad donde dejó su huella en producciones infantiles como Bizbirije, Mi Gran Amigo, pero en especial en Camino a Casa.
Hoy, a la distancia, se ha formado una reputación como director, productor, escritor y, gracias a ello y a sus hijos dio un salto a la actuación.
“Aunque me conocen por mis series de comedia, me encanta el drama y tocar temas delicados, así que tomé la decisión de hacer una película, de autor, muy seria, muy profunda; es un drama tremendo del que no puedo contar demasiado porque apenas estamos editando, pero es la historia de una familia mexicana que por alguna situación se tiene que ir a refugiar a Italia”, dijo en entrevista con este medio el cineasta.
Con la comedia asegura que cumple una función social importante que la gente le agradece cuando lo ve en la calle, pues no se trata de hacer reír porque sí y que sus producciones colaboran con el estado de ánimo de las personas.
“Sin embargo, yo tengo otras necesidades, me gusta el cine, el drama, me encanta tocar temas profundos, discutirlos, meter el dedo en la llaga, pero lo he tenido que dejar un poco de lado y hoy lo estoy retomando a lado de mis hijos Ximena y Bruno.
“Ellos tienen una formación actoral, musical, de diversas disciplinas, ya tiene experiencia cada uno y me pareció una experiencia increíble porque sé que lo saben hacer perfectamente bien, además de que tienen una muy buena facha y una buena pinta, gracias a la mamá”, añadió.
Por su parte, como director, dijo que los observó detenidamente y con un “puede ser” se decidió a llevar a cabo su proyecto, ya que está convencido que de si algo tiene, es un buen ojo para elegir a sus protagonistas.
“Ya en el trayecto decido a Luciana Silveyra para la mamá, faltaba el papá y de pronto me dicen mis hijos ‘por qué no lo haces tú’; les respondí que no soy actor, a lo que ellos me dijeron, ‘pero llevas 30 años dirigiendo’.¿
“Al final es que asumo la decisión de tomar al toro por los cuernos, no por un tema de ego o por un interés en particular de querer entrar a la actuación, sino porque vida solo hay una. Una experiencia de esta con mis hijos, va a quedar para siempre. Aunque claro lo más importante es la película, la historia, la potencia, lo que yo quiero decir y cuando la vean se darán cuenta del por qué es que me metí a actuar”, añadió.
Pero esta incursión fue para Gustavo Loza “dificilísima” ya que la cinta se grabó en Ciudad de México, Veracruz e Italia, así que acabó contracturado por la presión normal de dirigir y, además, actuar.
Al ser cuestionado si ya se ha preparado para las críticas respecto a su labor como actor, comentó que eso no le importa, ya que tiene una razón sumamente poderosa para hacer esta cinta que tiene que ver con un tema familiar, que dará la cara en esta cinta que le concierne a sus hijos, a él y a su círculo más cercano, pues son cosas serias, de las que conoce y que les sucedieron, así que “en esa medida me da absolutamente igual, hice lo mejor que pude".