FOTOS: AFP

Simone Biles, la gimnasta más condecorada de la historia, volvió a la cima de la gimnasia mundial al conquistar el oro en el concurso general de los Juegos Olímpicos de París 2024. Con esta victoria, Biles suma su sexto título olímpico y reafirma su estatus como la reina indiscutible del deporte.

En una final vibrante, la estadounidense superó a la brasileña Rebeca Andrade, quien se llevó la plata, y a su compatriota Sunisa Lee, que quedó en tercer lugar.

A los 27 años, Biles demostró que sigue siendo una fuerza imparable, recuperando la corona que había perdido en Tokio tras superar los bloqueos mentales que la afectaron en aquellos Juegos. Su regreso a la élite es una historia de redención y resiliencia, celebrada por un público que incluyó a figuras destacadas como Zinedine Zidane, Tony Parker y Stephen Curry.

Biles, que había considerado retirarse tras los problemas enfrentados en Tokio, ha vuelto más fuerte que nunca, recordándonos con su tatuaje “Still I rise” que la reina sigue en pie.

Simone Biles, la gimnasta que volvió del infierno para recuperar su trono

Cuando regresó de Tokio, Simone Biles pensó que nunca volvería a competir. Pero tres años después de que un bloqueo mental la dejara perdida en el aire, acaba de sumar su segundo oro en París-2024. La reina de la gimnasia está de vuelta, esta vez porque ella quiere.

“Este regreso es verdaderamente por mí”, explicó la gimnasta estadounidense, de 27 años, durante un documental estrenado recientemente en la plataforma Netflix.

“No quería seguir sintiendo miedo a este deporte, porque han pasado muchas cosas. Muchas de ellas me han aterrorizado y no podía dejar que me quitaran una última cosa más”, agregó.

La gimnasta más condecorada de la historia quería decidir su propio final, y el plan parece estar funcionando.

Desde que llegó a París, Biles ya recuperó el oro por equipos y la corona general individual.

Su botín olímpico, que había estrenado con sus cuatro triunfos y un bronce de Rio-2016, se eleva ahora a seis oros y nueve medallas en total, y aún podría ampliarse en las finales por aparatos.

“Lo han llamado la gira de la redención y es lo que es”, explicó su entrenadora, Cécile Landi, tras la final por equipos del martes.

Liderado por una segura Biles, el combinado estadounidense recuperó entonces el oro que había perdido en Tokio. Aquella final desconcertante de hace tres años -de la que Biles tuvo que retirarse sacudida por los “twisties”, un fenómeno que provoca que los gimnastas pierdan el sentido de la orientación en el aire- fue una fiesta en París.

– “Somos humanos” –

Las heridas de Tokio siguen, sin embargo, supurando y Biles ha confesado su temor cada vez que se dispone a arrancar la carrera de 25 metros que la separan del potro.

Pero tras iniciar una terapia, y dedicar dos años a recuperarse, la ganadora de 23 títulos mundiales recobró la ilusión.

“He recuperado el amor por el deporte, su aspecto lúdico, la alegría que me da”, explicó en una entrevista con el diario francés L’Équipe.

Antes de la final colectiva, Biles tuvo una cita con su psicóloga, convertida en un elemento clave de su preparación después de que su mente se quebrara en Japón, tras años cargando con expectativas desorbitadas.

“Somos humanos, no simples atracciones”, recordó Biles ante la sorpresa que causó su retirada de varias pruebas en Tokio.

Prodigio de la gimnasia desde la infancia y figura mundial desde su baño de oro en Rio-2016, Biles es un icono global al que siguen 9,5 millones de personas en Instagram y cuyas competiciones en París han atraído a estrellas como Tom Cruise, Lady Gaga, Bill Gates o Serena Williams en las gradas.

© Agence France-Presse

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