El huracán Milton, que impactó la península de Yucatán, generó ganancias para el comercio yucateco aún con el cierre de las actividades no esenciales, de acuerdo con líderes empresariales de ese sector.
Trinidad Jiménez Guerrero, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE), informó que los pequeños comercios, especialmente las tiendas de barrio, experimentaron un repunte de ventas durante la aproximación del huracán Milton.
El cierre de las grandes cadenas comerciales y supermercados impulsó a los consumidores a acudir a las tiendas de la esquina para abastecerse de productos básicos, como agua embotellada, alimentos enlatados, papel higiénico y otros insumos de primera necesidad.
Este fenómeno, según Jiménez Guerrero, permitió que algunos pequeños negocios incrementaran sus ventas hasta en un 30%, un contraste notable frente a las expectativas de pérdidas económicas.
La presidenta de CANACOPE destacó que, en momentos de incertidumbre, las tiendas de barrio se convirtieron en el principal punto de abastecimiento para muchas familias, ya que, al estar más cerca y tener menor afluencia de personas, resultaron una opción más conveniente y segura para los consumidores.
Además, señaló que, aunque algunos pequeños comercios del interior del estado y las zonas costeras podrían haber sufrido daños por las inundaciones, en Mérida las actividades comerciales volvieron a la normalidad apenas un día después del paso del huracán.
Esto permitió que el impacto económico fuera menor del esperado, y en algunos casos, como en las tiendas de barrio, incluso positivo.
Repercusiones en el comercio de Mérida
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), Levy Abraham Macari, informó que las afectaciones económicas directas no fueron significativas.
El principal impacto fue el cierre temporal de negocios no esenciales por disposición de las autoridades, una medida que, aunque preventiva, interrumpió las operaciones de muchos establecimientos por al menos 24 horas.
A pesar de ello, Macari destacó que no hubo pérdidas materiales importantes y celebró el saldo blanco en términos de seguridad, al no registrarse víctimas que lamentar.
El presidente de CANACO subrayó que las medidas de prevención fueron efectivas, y la rápida respuesta tanto de las autoridades como de los comerciantes permitió minimizar los daños.
Enfatizó que la cultura de la prevención ante huracanes y fenómenos naturales ha sido clave para evitar escenarios catastróficos. Aunque algunos negocios tuvieron que cerrar temporalmente, la infraestructura de la ciudad no sufrió daños considerables, lo que permitió una reactivación rápida del comercio local.
Sin embargo, Macari señaló que los impactos más preocupantes podrían estar en los municipios costeros de Yucatán, como Progreso, Sisal y Celestún, donde las inundaciones y los fuertes vientos podrían haber afectado seriamente la infraestructura comercial.
A pesar de que los reportes preliminares sugieren que los daños no han sido catastróficos, aún se están evaluando las afectaciones a fondo para tener un panorama más preciso en los próximos días.




