Fotografía: Paola Macuitl Gallardo

El Tribunal de Enjuiciamiento dictó pena máxima contra Fidel N, quien en 2018 agredió con ácido a Esmeralda Millán. Se trata de la primera sentencia de este tipo dictada en Puebla y la segunda en toda América Latina.

Este jueves 21 de marzo se llevó a cabo la audiencia para saber los años que el agresor de la joven de 29 años de edad pasará en la cárcel, en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, Esmeralda fue acompañada por integrantes de la Fundación Carmen Sánchez.

La audiencia inició cerca de las 15:30 horas y finalizó a las 17:40 horas, al salir del inmueble, se escucharon porras como ¡Sí se pudo!¡Te queremos, Esme!. Entre lágrimas en los ojos, la joven agradeció que su agresor haya obtenido la sentencia máxima.

Fidel N fue sentenciado a 40 años de prisión por el delito de tentativa de feminicidio y obtuvo dos años más por las lesiones que le provocó a la madre de Esmeralda el día del ataque. El agresor de Esmeralda provocó daños en su rostro, ojo, pecho, brazos y cuello, incluso, sufrió una perforación en el esófago a causa de ácido.

En entrevista, la joven calificó como “pesado” el proceso para obtener justicia por su ataque, pues sus audiencias fueron diferidas en varias ocasiones, incluso dijo que en algún momento llegó a pensar que la justicia mexicana privilegiaría a su agresor.

“Cuando se cancelaron mis audiencias decía yo ‘no se va a hacer justicia, no me van a escuchar, se va a quedar esto así, lo van a dejar libre’, era muchas cosas que pasaban por mi mente”, dijo.

Indicó que se mantendrá luchando por la reparación del daño, sin embargo, Fidel N ha señalado que no cuenta con los recursos suficientes.

“Alcen la voz, yo tenía mucho miedo de que me vieran físicamente cómo me había dejado esta persona, pero si no enseñas, si no muestras tus lesiones no te hacen justicia, entonces yo mostré, yo hablé, no me quedé callada, a pesar de las emociones que traía yo y el miedo”.

La joven dijo que los 42 años de cárcel no son suficientes para reparar el daño que ha sufrido no solo físicamente, sino psicológicamente. Señaló que si bien Fidel N ahora está tras las rejas, los tres hombres que lo acompañaban el día de la agresión quedaron impunes.

“Esas tres personas se quedaron en la investigación de cuando recién di mi declaración, pero ya no le dieron el seguimiento adecuado porque yo no los reconocí (…) yo pedía que le exigieran a él que declarara, que dijera quién lo ayudó, pero me dijeron las autoridades que por sus derechos no lo podían forzar”, dijo.

Esmeralda señaló que aún teme por su vida y por la de sus hijos, pues su agresor o su familia podrían agredirla después del fallo condenatorio.

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