La presencia de marea roja en la costa de Yucatán está altamente relacionada con el manejo inadecuado de las aguas residuales generadas por las actividades humanas y la deforestación, coincidieron especialistas que analizan el fenómeno de recale de peces en las playas de Progreso, Chelem y Chuburná.
Relación entre la calidad del agua y el florecimiento algal nocivo
Científicos del laboratorio de producción primaria y fitoplancton del Cinvestav Mérida aseguran que los eventos de Florecimiento Algal Nocivo (FAN), también conocido como marea roja, están asociados principalmente a la mala calidad del agua que llega al mar.
“Es bien conocido el manejo inadecuado de las aguas residuales de todas las actividades antrópicas y la deforestación. Todo lo que sucede tierra adentro, incluyendo descargas y residuos, termina llegando al mar”, afirmaron los científicos.
Indicaron que este mal manejo, al aumentar la concentración de nutrientes y contaminantes, favorece la proliferación de estas microalgas nocivas.

Microalgas detectadas y su impacto en la fauna marina
El monitoreo más reciente del Cinvestav detectó que este evento está dominado por la diatomea Pleurosigma sp., que alcanzó más de 1.4 millones de células por litro en Chelem, acompañada de Rhizosolenia sp. y Chaetoceros sp., especies que consumen grandes cantidades de oxígeno y provocan mortalidad de fauna marina.
Contaminación del agua subterránea en la península
El biólogo Salvador Castell González, director de Va por la Tierra, reconoció que el 97% del agua subterránea en la Península de Yucatán contiene algún nivel de contaminación. Los principales responsables son desechos urbanos, especialmente de los sistemas de drenaje, agroquímicos y desechos sólidos arrojados a los acuíferos.
Un problema ambiental más allá del término “marea roja”
Castell advirtió que el reciente FAN no solo debe activar alertas ambientales y pesqueras, sino que también evidencia el deterioro de la calidad del agua que desemboca en el mar, resultado de la mala gestión de aguas residuales y la entrada de nutrientes derivados de actividades humanas.
Aunque popularmente se le llama marea roja, Castell precisó que el fenómeno actual no encaja en esa categoría estricta: “Es un florecimiento algal que, por su magnitud, ya está causando impacto en otras especies. Más allá de si es o no marea roja, lo importante es tomar precauciones y prevenir afectaciones a la salud y a las actividades económicas”, indicó.
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Causas del aumento de eventos de marea roja
El especialista explicó que estos eventos se disparan cuando hay aumento de temperatura marina y abundantes nutrientes, provenientes principalmente de aguas residuales y químicos agrícolas.
“Hace unos años saneábamos el 6.7% del agua en Yucatán; hoy es menos del 4%. Esto nos coloca en el penúltimo lugar nacional en tratamiento de aguas residuales, según el IMCO. Tenemos más población, más industrias, pero no más infraestructura de saneamiento”, advirtió.
Desarrollos urbanos y factores naturales que agravan el problema
Castell añadió que los desarrollos habitacionales sin plantas de tratamiento y la falta de reglamentos municipales agravan la descarga de contaminantes. A esto se suma el arrastre de agroquímicos por escorrentía y fenómenos naturales como la llegada de polvo del Sahara, que en ambientes marinos puede detonar proliferaciones algales.
Para Castell, este episodio es una llamada de atención sobre el impacto de la actividad humana en el litoral yucateco.
“Es una señal de que debemos reducir los contaminantes que llegan al mar. Gobierno, empresas y ciudadanía tenemos que trabajar juntos. Si las condiciones ambientales se mantienen, estos eventos pueden repetirse y prolongarse por días o semanas”, concluyó.