Una especie de loro exótica y potencialmente dañina para los ecosistemas y la infraestructura urbana fue detectada por primera vez en Yucatán, según confirmó la doctora Vanessa Martínez García, directora del Proyecto Santa María, asociación dedicada a la conservación de aves psitácidas (loros, guacamayas, pericos) en la entidad.
Cotorra Argentina
Se trata de la cotorra argentina, un loro originario de Sudamérica que, tras ser importado a México como mascota, se ha expandido por distintas ciudades del país debido a escapes o liberaciones por parte de particulares.
Hasta hace poco, la especie sólo había sido registrada en Campeche, pero un reciente avistamiento en Mérida, captado por la ciudadana Flor González, prendió las alertas del equipo conservacionista.
“Esta especie no es nativa de México y su comportamiento invasor ya ha causado problemas en otros países, sobre todo en Europa, donde ha llegado a representar una amenaza seria para cultivos y postes eléctricos. En zonas urbanas construyen grandes nidos comunales en las partes altas de la infraestructura, generando afectaciones al cableado”, explicó la especialista.
El hallazgo se dio en el marco del programa de monitoreo comunitario que coordina la asociación, en el que actualmente participan 180 personas voluntarias. Gracias a sus reportes, ya suman 1,597 registros de loros en la zona urbana, todos documentados y analizados por el equipo técnico del proyecto.

“Todo lo que nos mandan lo registramos, lo sistematizamos y lo analizamos para generar información útil. Gracias a su colaboración, ahora sabemos que hay al menos siete especies de loros moviéndose en zonas urbanas”, expuso la doctora Martínez.
Entre las especies más observadas se encuentran las que tienen distribución natural en la región, como el loro frente blanca, el loro yucateco (cada vez más escaso) y el loro cachetes amarillos.
Otras, como el loro cabeza amarilla y el cachetes amarillos, si bien no son nativos del norte de la península, han logrado establecerse y reproducirse con éxito en Mérida tras haber escapado de hogares donde eran mantenidos como mascotas.
El loro más grande de México
También se reportó un avistamiento inusual, el del loro cabeza azul, el más grande de México, fotografiado por Max Díaz en Francisco de Montejo. “No sabemos si es un solo ejemplar o si hay más”, comentó la doctora.
Sobre la cotorra argentina, la directora del Proyecto Santa María advirtió que su capacidad para adaptarse, reproducirse con rapidez y formar colonias la convierte en una amenaza latente.
“Esperamos que se trate de un solo individuo, pero seguiremos atentos a cualquier nuevo avistamiento. Su presencia en Yucatán nos preocupa, porque puede alterar el equilibrio ecológico local”, precisó.
Hasta el momento, el monitoreo ha generado 1,597 registros puntuales de avistamientos, lo que demuestra, según la doctora Martínez, el éxito del proyecto y el compromiso de la ciudadanía con la conservación de las aves nativas.