El plazo ideal para la entrega del teatro Jose Peón Contreras es noviembre de 2025, indicó la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) de Yucatán, Patricia Martín Briceño, quien informó que los trabajos de rehabilitación por los daños ocasionados por el incendio en noviembre de 2022, avanzan a buen ritmo y podrían concluirse a tiempo.
Sin embargo, Martín Briceño advirtió que, en caso de surgir imprevistos técnicos, la apertura podría extenderse hasta principios de 2026, aunque aseguró que el compromiso del gobernador Joaquín Díaz Mena es que el recinto reabra este mismo año.
Inversión: varias decenas de millones de pesos
En cuanto a la inversión, Martín Briceño señaló que la cifra exacta la maneja el Gobierno Federal, pero reconoció que se trata de "varias decenas de millones de pesos" debido a la complejidad y antigüedad del edificio.
El siniestro ocurrido en 2022 afectó severamente la cúpula del recinto, así como gran parte de su estructura interna, incluyendo áreas de la yesería y la instalación eléctrica.
Desde entonces, las autoridades han trabajado en un plan integral de restauración para devolverle su esplendor al teatro, uno de los recintos culturales más emblemáticos de Yucatán y sede habitual de importantes eventos artísticos.
Desde el inicio de la actual administración estatal, la Sedeculta en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha supervisado las obras en el recinto.
"Estamos en la etapa de la cúpula, un trabajo minucioso comparable con armar un rompecabezas. En la planta baja, egresados de la Universidad de las Artes de Yucatán (UNAY) colaboran con el INAH en esta reconstrucción", señaló Martín Briceño.
El número de personas involucradas en la rehabilitación, precisó, varía según las necesidades de la obra, con equipos que oscilan entre 50 y más trabajadores en determinados días.
En la primera fase de los trabajos, durante la administración anterior, informó, se revisó la infraestructura eléctrica del teatro.
Actualmente, las labores están a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y el INAH, debido a la naturaleza histórica del edificio.
"Nuestra función en Sedeculta es acompañar y garantizar que la restauración se realice conforme a los criterios adecuados para un inmueble de esta relevancia.Se han redescubierto detalles arquitectónicos que habían quedado ocultos bajo capas de yeso y pintura, como querubines y lazos en la yesería que rodea el escenario", explicó la funcionaria.