Las mujeres representan el 40% del empleo a nivel mundial, pero en el sector energético únicamente ocupan el 16%. “Es muy poquito” consideró Karla Salinas Reyes, Market Manager de Hitachi Energy durante el foro “Mujeres en la energía” que se realizó en el marco de la Expo Eléctrica Peninsular. 

En el Centro de Convenciones Siglo XXI la ingeniera exhortó a no hacer una diferencia entre hombres y mujeres: “Lo importante es aceptar que tenemos habilidades distintas, incluso físicamente. No somos iguales, pero podemos abrazar eso, aceptarlo y valorarlo”.

La experta en energía de Hitachi detalló que lo anterior propicia que las personas tengan una mayor capacidad de adaptación, pues aseguró que las mujeres son más organizadas y dedicadas en algunos aspectos deseables en la actividad eléctrica, “los hombres son más prácticos”, reconoció.

“Eso no se aprende estudiando en una escuela, sino cosas que ya traemos. Entonces si aceptamos y valoramos eso, no vamos a pelear por ser igual que un hombre; sino que voy a demostrar que podemos hacer las mismas tareas, pero con distintas habilidades. Eso es lo importante”, sentenció.

En foros de mujeres, dijo, es común que únicamente lleguen mujeres. En ese sentido, elogió que en el organizado por la Expo Eléctrica se hayan apersonado también hombres abiertos a escuchar y con la intención de cambiar la situación para las mujeres que integran el sector eléctrico.

“Vale la pena resaltar a todas las mujeres que estuvieron antes de nosotras. Sin afán de llegar al drama, hay que mencionar que muchas de ellas la pasaron mal porque había machismo; y ver a una mujer en un sector como este no era nada sencillo”, advirtió Karla Salinas.

Reconoció que para las mujeres que estuvieron presentes en el foro de Mérida -y en muchos otros- “ha sido un poco más fácil”. No obstante, dijo, el objetivo continúa siendo facilitar el camino para las generaciones venideras: “Buscar que las chicas estudien ingenierías”.

Esta disciplina, aseguró Salinas Reyes, es una que hace a quienes las estudian estar en constante cambio y buscando soluciones que poco tienen que ver con una cuestión técnica, sino cosas simples ajenas al género y a las habilidades que se desarrollan.

“Entonces el hecho de empezar a ‘hacer a un lado’ el ‘tengo que integrar a las mujeres’ facilita mucho el camino, porque no se ve como una obligación. A nadie nos gusta hacer las cosas por obligación, preferimos hacerlas por convicción”, aseveró.

Por su parte, Nimbe Romero, comisionada de la Unión Nacional de Constructores Electromecánicos (UNCE) añadió que hay gran cantidad de estudios que hablan del impacto positivo que tienen las organizaciones que integran equipos con mujeres.

“Más allá de las soluciones innovadoras, vale la pena cuestionarnos ‘¿por qué queremos hacer marketing con que conviene incluir a las mujeres en el sector?’ ya tenemos que darlo por hecho, es un tema de justicia social”.

La maestra recordó que el sector femenino representa a más del 50 por ciento de la población, por lo que les corresponde estar en todos los espacios e industrias: “Tendríamos que dejar a un lado la idea de tratar de convencernos de lo contrario”.

Además, aclaró que el hecho de que haya más mujeres en la industria no necesariamente significa más conciencia de género; ni que se preocupen por impulsar a otras. Pese a esto, el que haya más mujeres evitará sesgos en razón de género.

“Pensemos en la construcción de centrales eléctricas en el país, las cuales fueron construidas por hombres y para hombres. Hoy, 70 años después nos encontramos con infraestructuras que no tienen baños para mujeres, ni pensar en salas de lactancia o espacios como ludotecas”.

Entonces, dijo, al incorporar a las mujeres en dichos espacios es más fácil que haya un entendimiento en cuanto a la necesidad de adecuación de los mismos: “Pero, insisto, esto no significa que no pueda haber hombres que tengan una nueva lógica en los proyectos”.

Juan Manuel Contreras

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