A pesar de los avances, el ingreso de mujeres a las carreras de ingeniería no ha alcanzado el ritmo deseado, señaló José Fidel Rodríguez Huerta, jefe del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica del Instituto Tecnológico de Mérida.
Expuso que, aunque se ha observado un incremento, el número de mujeres en estas áreas sigue siendo bajo en comparación con otras disciplinas.
“Tenemos mujeres, pero no tanto como en las carreras administrativas”, señaló Rodríguez Huerta. “Por ejemplo, ingeniería mecánica, que ha sido históricamente dominada por hombres, ahora cuenta con cinco mujeres. Es un avance, pero aún es poco para lo que esperamos”.
El académico destacó que hay un crecimiento en la inscripción de mujeres en carreras habituales vistas como masculinas, aunque el incremento es lento. Para fomentar un mayor número de mujeres en estas disciplinas, enfatizó la necesidad de una promoción más activa de los programas de ingeniería.
Un ejemplo positivo es la ingeniería biomédica, donde aproximadamente el 60% de los estudiantes son mujeres. En ingeniería civil, la proporción es más equitativa, con una distribución cercana al 50-50 entre hombres y mujeres.
Además, Rodríguez Huerta mencionó la notable participación femenina en talleres de tornería y soldadura tipo industrial, actividades que generalmente son realizadas por hombres. “Las mujeres que participaron en estos talleres cumplieron con todos los requisitos y mostraron un gran interés y seguridad en el manejo de las máquinas”, comentó.
“Esto demuestra su interés por adquirir estas habilidades y su capacidad para desempeñarse en estas áreas”.
A pesar de estos avances, el académico reconoce que todavía queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad de género en las ingenierías. Una de las barreras es la falta de inclusión del Tecnológico en las becas que otorga el Gobierno del Estado para incentivar a las mujeres a estudiar ingenierías.
“Estamos en pláticas para que este programa abarque a todas las universidades de la entidad”, informó Rodríguez Huerta.
El Instituto Tecnológico de Mérida ha implementado diversas estrategias para atraer a más mujeres a sus programas de ingeniería. Además de la promoción activa y la oferta de talleres especializados, se ha trabajado en crear un ambiente más inclusivo y de apoyo para las estudiantes mujeres.
“Es fundamental que los jóvenes se sientan bienvenidos y respaldados en su decisión de estudiar ingeniería”, destacó Rodríguez Huerta.
El contexto social y cultural también juega un papel importante en la elección de carrera de las mujeres. Históricamente, las ingenierías han sido percibidas como profesiones masculinas, lo que ha desalentado a muchas mujeres a considerar estas áreas como opciones viables. Sin embargo, esta percepción está cambiando gradualmente, en parte gracias a la visibilidad y éxito de mujeres ingenieras que sirven como modelos a seguir.Rodríguez Huerta subrayó la importancia de continuar trabajando para cambiar estas percepciones y fomentar una mayor diversidad en las aulas de ingeniería.
“Es esencial que desde temprana edad se les muestre a las niñas que pueden ser ingenieras, que estas carreras están abiertas para ellas y que tienen la capacidad para sobresalir en estas disciplinas”, enfatizó.
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