Francia levantó el martes el estado de emergencia en Nueva Caledonia, su territorio en el Pacífico, pero mantuvo un toque de queda y envió a cientos de refuerzos paramilitares, tras dos semanas de disturbios que dejaron siete muertos.

La presidencia francesa indicó que se aliviaron las restricciones para permitir que el partido independentista FLNKS celebre reuniones y que representantes locales puedan negociar el levantamiento de las barricadas que permanecen en las carreteras.

París impuso el estado de emergencia tras el estallido de los disturbios contra los planes franceses de reformar los derechos electorales en el territorio.

También envió cientos de policías y militares para resguardar la seguridad en el territorio.

Sin embargo, mantendrá un toque de queda de las 18H00 a las 06H00, indicó la oficina del gobierno francés en Nueva Caledonia.

El archipiélago está más tranquilo, aunque se reportaron algunos incidentes en el distrito Vallee-du-Tir de la ciudad principal Numea. Ha habido casi 500 detenciones desde el inicio de los disturbios.

El tráfico se ha visto interrumpido por los bloques y por cientos de vehículos quemados, y el aeropuerto principal de Numea permanecerá cerrado hasta el 2 de junio.

El levantamiento de los bloqueos de carretera “es la condición necesaria para abrir negociaciones concretas y serias”, indicó la presidencia francesa en un comunicado, en el cual anunció el fin del estado de emergencia.

Nueva Caledonia ha estado bajo el mando francés desde los años 1800, pero muchos integrantes del pueblo autóctono canaco resienten el poder de París y reclaman más autonomía o independencia.

Francia pretende darles derecho al voto a miles de residentes no autóctonos, algo que según los canacos diluirá su influencia electoral.

El presidente Emmanuel Macron dijo estar dispuesto a someter la polémica reforma a un referendo en el archipiélago.

AFP

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