Fotografía: Especial

María del Carmen Alanís Navarrete ha sabido combinar su papel como mamá y profesionista dedicada al mundo deportivo -siendo hoy gerente del equipo profesional de softbol en Diablos Rojos- con el de ser madre de dos hijos varones que realizan deportes recreativos y también de la reconocida jugadora de softbol y olímpica por México, Stefanía Aradillas.

“El reto más importante al combinar ambas facetas es el manejar las emociones. Saber cuando tienes que ser madre y cuando profesionista. Y cuando estás en una organización y en partidos, todas las jugadoras son iguales. No mezclo una cosa con otra, aunque sí existe una parte maternal que nunca puedo evitar y busco siempre el beneficio de ellas”, declaró María del Carmen.

Vinculada al deporte y con una cultura que le ha sabido compartir a cada uno de sus hijos, con total libertad de que ellos decidan la disciplina que quieran practicar, Alanís Navarrete destaca que en su papel familiar siempre ha tratado de inculcar una filosofía de libertad en lo que ellos decidan realizar profesionalmente.

“Siempre les digo que tienen que hacer lo mejor que puedan, pero hacerlo contentos, sin olvidar divertirse y que no sea algo que sientan que lo hacen con presión”, destacó.

Aunque no niega que el discurso habitual en México radica en que las madres muchas veces tienen que cargar con la responsabilidad de apoyar a los hijos en sus desarrollos como atletas, Carmen se dice orgullosa de siempre haber contado con el apoyo de toda su familia. “Muchas veces como profesionales las mamás nos dedicamos a otras cosas pero como yo vengo de una familia de matriarcado, al ser muchas mujeres, siempre nos hemos apoyado”.

Con experiencia basta en materia de softbol nacional y hoy enfocada en la organización de Diablos, la gerente asegura que con los Escarlatas siempre se planteó escenarios diversos como la maternidad bajo un enfoque de apoyo para las jugadoras y miembros femeninos del grupo, aunque precisa que dicho ángulo siempre va de la mano con qué quieren las jugadoras en su vida personal.

“No tenemos tal cual una cláusula enfocada en ese sentido, pero cuentan con todo el apoyo de la organización para lo que ellas decidan. No es un tema de que ya no van a jugar si deciden convertirse en madres, sino que buscamos darles seguimiento y soporte total”, indicó.

La misma dirigente del combinado de softbol destaca que la organización del México siempre ha priorizado el darle un trato por igual al equipo femenino, tras su primera temporada profesional, en materia de infraestructura, viajes, servicio médico y trato general como pasa con el equipo de beisbol varonil.

María del Carmen invita a que todas las madres sepan darle la libertad a sus hijos de que ellos decidan si quieren dedicarse al deporte de alto rendimiento, siempre y cuando eso los haga felices.

Daniel Paulino / 24 Horas

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