FOTO: GACETA UNAM

En un panorama donde las mujeres encabezan un porcentaje significativo de los hogares en México, la figura de la madre autónoma emerge como una fuerza transformadora, desafiando estereotipos arraigados y asumiendo nuevas formas de maternidad.

Según datos recientes del INEGI, aproximadamente tres de cada diez mujeres en México que son madres también son jefas de hogar, representando un total de 11.5 millones de hogares liderados por mujeres. Este aumento del 67% en los últimos trece años señala una tendencia en ascenso hacia la autonomía materna.

“Luchona” es un término despectivo. Foto: Emmanuel Medina.

La maternidad autónoma se define por la capacidad de la mujer para tomar decisiones sobre su vida y la de sus hijos, construyendo una dinámica familiar basada en la independencia y el empoderamiento. Gabriela Gutiérrez Mendoza, de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM, destaca que la maternidad ya no está vinculada exclusivamente a la formación de una pareja, sino que se exploran nuevas expresiones y dinámicas familiares.

Sin embargo, el camino hacia la autonomía no siempre es fácil. Muchas mujeres han llegado a este punto tras ser sobrevivientes de violencia, enfrentándose a desafíos tanto económicos como emocionales. Jessica, una madre autónoma, relata cómo encontró la fuerza para seguir adelante cuando su pareja la abandonó, dejándola como única proveedora y cuidadora de su hija.

Para Alicia, la autonomía económica fue fundamental en su viaje hacia la maternidad autónoma. Tras enfrentar la violencia y la precariedad económica, encontró en el trabajo y el apoyo de sus redes el camino hacia la independencia y el cuidado de sus hijos.

La importancia de las redes de apoyo en el camino de las madres autónomas es fundamental. Comadres, amigos y familiares desempeñan un papel crucial en el sostenimiento emocional y económico de estas mujeres, permitiéndoles sobrevivir y prosperar en medio de las dificultades.

En última instancia, la maternidad autónoma representa un desafío y una oportunidad para resignificar el rol de la madre en la sociedad. Más allá de ser una “supermujer”, estas mujeres son agentes de cambio que luchan por un futuro mejor para sí mismas y para sus hijos, demostrando que la fuerza y la resiliencia femenina no conocen límites.

FUENTE: GACETA UNAM

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