Fotografía: Cortesía

En un esfuerzo por atender la creciente problemática de salud mental que aqueja a niños, niñas y adolescentes en Yucatán, el Congreso del Estado aprobó reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para fortalecer el marco legal en esta materia.

Las alarmantes cifras de depresión, ansiedad y riesgo de suicidio en la población joven han encendido las alertas. 

Yucatán, lamentablemente, se ha ubicado en los primeros lugares nacionales de suicidios en adolescentes en años recientes.

Ante este panorama, las nuevas disposiciones legales buscan promover e implementar acciones integrales para salvaguardar la salud mental de la niñez y juventud yucateca como parte fundamental de su bienestar y desarrollo.

En primer lugar, se incorpora la definición de “salud mental” en la ley, reconociéndose como el estado de bienestar que permite el óptimo funcionamiento cognitivo, afectivo y conductual para el despliegue de las potencialidades individuales.

Se establece además como obligación de las autoridades estatales y municipales determinar las acciones necesarias para garantizar la salud mental de este sector, en coordinación con las disposiciones de la Ley de Salud Mental del Estado.

Una pieza clave es facultar a la Secretaría General de Educación del Estado (SEGEY) para incluir dentro del sistema educativo estatal la educación emocional, con herramientas que favorezcan el desarrollo de la inteligencia emocional, habilidades sociales, empatía y actitudes positivas entre los alumnos.

Pero no solo en las aulas se buscará incidir. Las reformas también contemplan promover actividades educativas, socioculturales y recreativas enfocadas en contribuir a la preservación de la salud mental, preferentemente en la infancia y juventud.

Se plantea implementar orientación y programas de prevención contra el uso de sustancias que puedan causar alteraciones mentales o adicciones en niños y jóvenes.

La reforma obliga a todas las autoridades estatales y municipales a determinar y ejecutar las acciones necesarias para garantizar el fomento, promoción y preservación de la salud mental infantil y adolescente.

En el caso del gobierno estatal, la Secretaría de Salud y sus organismos descentralizados especializados en adicciones serán las principales responsables, con potencial colaboración de las secretarías de Educación y los sistemas DIF.

Las reformas también contemplan que la Secretaría de Educación, el Instituto del Deporte, la Secretaría de Cultura, los Sistemas DIF y los municipios promuevan de manera coordinada actividades educativas, socioculturales y recreativas enfocadas en contribuir a la preservación de la salud mental infantil y juvenil.

Asimismo, se plantea que la Secretaría de Salud y sus organismos como los Centros de Atención Primaria en Adicciones implementen orientación y programas de prevención contra el uso de sustancias que puedan causar alteraciones mentales o adicciones.

Este paquete de reformas sienta las bases para que Yucatán cuente con un marco jurídico sólido que permita diseñar, ejecutar y evaluar políticas públicas integrales en materia de salud mental dirigidas a uno de los sectores más vulnerables: la niñez y la adolescencia.

La meta es brindarles los cimientos y herramientas necesarias para un desarrollo pleno, al tiempo que se atienden oportunamente los factores de riesgo y se procura su bienestar emocional presente y futuro. Una apuesta por un Yucatán más sano, física y mentalmente.

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