Fotografía: Aura Andrade

La comisaría de Cholul alberga uno de los santuarios dedicados a la historia del ferrocarril más importantes de Yucatán. Hoy, la Villa Ferrocarrilera de Roger Gómez Chimal está en riesgo, pues la federación busca desalojar el terreno que ocupa desde hace más de 25 años; y que ha adecuado para dar a conocer este patrimonio en el estado.

El ferrocarrilero retirado recibió a 24 HORAS Yucatán en su Villa; y cuenta que ha dedicado los últimos 40 años de su vida a coleccionar objetos relativos a este oficio que en su momento fue uno de los pilares para el desarrollo de la entidad. 

Visiblemente preocupado, el trabajador ya pensionado, contó que fue en 1998 cuando el Sindicato de Ferrocarrileros le otorgó, como parte de su liquidación, una porción del terreno que perteneció a la estación de ferrocarriles de Cholul.

“Era un terreno grande que les dejó de servir hace más de 80 años, el Sindicato lo fraccionó en 10 pedazos y se lo dio a los trabajadores para que construyeran sus viviendas”, relató a los pies de un enorme cabús que forma parte de la exposición y es su máximo orgullo.

El terreno en donde se ubica la Villa Ferrocarrilera es uno de 10 por 30 metros; y al momento de entregárselo a don Roger le dieron un papel para habitarlo, similar a lo que ocurre con los terrenos ejidales.

Al ocupar la presidencia Vicente Fox, recordó, se hizo un decreto para que los trabajadores asentados en terrenos bajo estas condiciones recibieran sus escrituras. Ya sea por negligencia por parte de la empresa de ferrocarriles o del Sindicato, lamentó, nunca se hizo el trámite para dar seguimiento a este decreto del 2004.

“Pasó Calderón, pasó Peña; y ahora con el actual gobierno, en 2021, hicieron otro decreto en donde indica que se recuperen los terrenos para entregar al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado”, detalló don Roger Gómez.

Hace aproximadamente siete meses, a las puertas de su vivienda, el gobierno federal colocó un letrero en donde se aclara que los terrenos pertenecen al ferrocarril; y el hecho de ocuparlos constituye un delito.

Roger Gómez es uno de los dos ex ferrocarrileros que actualmente son acusados de invasores luego de 25 años de habitar su predio. Asegura estar dispuesto a pagar el terreno, no obstante, el apoderado legal de la empresa se negó, así que el juicio sigue, al igual que la incertidumbre.

En Mérida, asegura, hay más de 60 terrenos y casas en las mismas circunstancias, por lo que cuando “se las pidan” considera que “va a ser un escándalo”. Eso, aclaró, sin contar las que se ubican en los municipios por donde pasaba el tren.

El señor Gómez Chimal, quien también es fundador del Museo de Ferrocarriles del Parque de la Plancha, lamenta esta situación, pues señala que su único interés ha sido el de preservar este patrimonio. Hoy, por presuntamente invadir un terreno que le fue dado hace más de 25 años, incluso podría ir a la cárcel.

Fotografía: Aura Andrade

Coleccionista

La historia de don Roger y los trenes comenzó desde mucho antes de que él naciera, con su abuelo, a quien siguió su padre. Desde muy pequeño solía acudir a los talleres, en donde su progenitor, Roger Gómez Aballi era jefe, con el fin de aprender el oficio.

Lo primero que destaca al entrar a la Villa es un imponente cabús, uno de los dos que el coleccionista ha logrado adquirir a lo largo de su vida. Es uno de los vagones que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le permitió conservar. Solamente su traslado tuvo un costo de 80 mil pesos.

Cada uno de los objetos que pueblan el espacio de don Roger tiene una historia; y él siempre está dispuesto a contarla. Relojes, teléfonos, radios, acciones, modelos a escala, silbatos y un sinfín de artefactos despiertan la curiosidad de todo aquel que visite la Villa, que es 100 por ciento abierta al público.

Con esmero y paciencia, el señor Gómez Chimal resuelve toda duda y enriquece la plática con anécdotas de la época dorada de los ferrocarriles en Yucatán, la cual vivió de primera mano. Es una enciclopedia viviente del tema.

Recuerda con añoro, por ejemplo, las cinco locomotoras que a finales de los años 60 se enviaron a Estados Unidos y hoy son uno de los principales atractivos de Disneylandia; o cómo Yucatán tuvo la primera compañía ferroviaria 100 por ciento local.

Las paredes de este espacio están tapizadas con fotografías de trenes de toda clase y cada uno de ellos tiene un significado especial. También conserva los gorros que usó mientras desempeñaba los puestos de garrotero, jefe de patio y finalmente, maquinista.

Ante el panorama actual y el destino incierto de la Villa Ferrocarrilera, don Roger invita a toda persona interesada en la historia del ferrocarril en Yucatán a visitarla. Para concretar una cita se pueden comunicar al 9992565213, el paseo no tiene costo.

Fotografía: Aura Andrade

Juan Manuel Contreras

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *