Por primera vez en la historia de la medicina de Yucatán, el Hospital General Agustín O’Horán realizó con éxito un trasplante simultáneo de riñones a dos pacientes mujeres, de 48 y 23 años, procedentes del mismo donante. 

Este logro médico no solo refleja el avance tecnológico y profesional del hospital sino también la creciente cultura de donación.

El director del hospital, Marco Antonio Cetina Cámara, informó que esta es la primera vez que el hospital lleva a cabo un procedimiento de esta magnitud. 

“Estos avances son el resultado de la continua capacitación de nuestro personal y de una eficiente gestión de recursos que nos permite realizar procedimientos tan complejos como este”, explicó Cetina Cámara.

La operación fue posible gracias a la generosidad de una familia de la región oriental de Yucatán, que decidió donar los órganos de un ser querido, y a la colaboración entre el personal del Hospital San Carlos de Tizimín y los especialistas del Hospital O’Horán.

Las dos pacientes estaban en lista de espera de un donador de riñón.

Este tipo de cooperación interhospitalaria es fundamental para el éxito de los programas de trasplante en el estado.

Cetina Cámara también destacó el papel crucial del Consejo Estatal de Trasplantes de Yucatán (Ceetry) en la promoción de la donación de órganos. 

“La labor del Ceetry, junto con el apoyo del gobierno estatal, ha sido esencial para aumentar la cantidad de procedimientos de trasplante realizados en la región”, señaló el director. 

En 2023, Yucatán alcanzó un récord de 76 trasplantes de riñón, evidenciando el impacto positivo de estas políticas.

El éxito de estas intervenciones también se debe al trabajo de los profesionales de la salud involucrados. 

Desde intensivistas y anestesiólogos hasta enfermeros y trabajadores sociales, todos han jugado un papel importante en el cuidado de las pacientes y en asegurar que el trasplante fuese exitoso.

Este hito no solo mejora la calidad de vida de las pacientes sino que también pone de manifiesto la importancia de la solidaridad y la cooperación en el campo de la salud. 

Para más información sobre cómo contribuir a esta noble causa, comunicarse al (999) 286 59 65. Un gesto de generosidad puede cambiar la vida de muchas personas.

Estudios revelan que los receptores de un trasplante de riñón pueden vivir hasta 10-15 años más que aquellos que dependen de la diálisis. 

Según un análisis del “Journal of the American Medical Association”, en promedio, estos pacientes podrían tener una esperanza de vida extendida por 30 años más comparado con quienes siguen en diálisis.

La calidad de vida post-trasplante también es significativamente mejor; la independencia de la rutina de diálisis y una reducción en complicaciones médicas relacionadas con la insuficiencia renal terminal son factores clave.

El mismo estudio indica que la tasa de mortalidad de pacientes trasplantados es un 66% menor que la de los pacientes en diálisis.

El impacto de recibir un nuevo riñón varía según la edad del receptor y sus condiciones de salud preexistentes. Los jóvenes suelen obtener un mayor beneficio, ya que evitan complicaciones de larga duración asociadas con la diálisis desde una edad temprana.

Además, la fuente del riñón, ya sea de un donante vivo o cadavérico, influye en la supervivencia del receptor.

Aunque los riñones de donantes vivos suelen tener mejores resultados en términos de supervivencia y funcionalidad del órgano, los de donantes cadavéricos también ofrecen una esperanza de vida superior en comparación con permanecer en diálisis.

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