Las grutas de Loltún y Balamcanché, dos de los sitios arqueológicos más emblemáticos de Yucatán, permanecen cerradas al público desde marzo de 2020, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre los visitantes y la comunidad. El cierre inicial se debió a la pandemia de Covid-19, como medida para evitar la propagación del virus. Sin embargo, una vez que las restricciones sanitarias comenzaron a flexibilizarse, las grutas no pudieron reabrirse debido a las fuertes lluvias que azotaron la región en 2020.

Las lluvias provocaron inundaciones y enlodamiento en diversas galerías de las grutas, haciendo que el acceso fuera peligroso tanto para los visitantes como para el personal. A pesar de los esfuerzos de limpieza y mantenimiento, las condiciones no han mejorado lo suficiente como para permitir la reapertura segura de los sitios.

Aún no hay una fecha definitiva para la reapertura de las Grutas de Loltún y Balamcanché. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), responsable de la administración de los sitios, ha indicado que se está trabajando en la limpieza y el acondicionamiento de las grutas para que puedan ser visitadas de nuevo con seguridad.

Las autoridades del INAH han reconocido la importancia de estos sitios para el turismo y la economía local, y han asegurado que se están haciendo todos los esfuerzos posibles para reabrirlos lo antes posible. Sin embargo, es importante que la reapertura se realice de manera responsable, priorizando la seguridad de los visitantes y la conservación del patrimonio cultural.

El cierre de estos sitios tiene un impacto negativo en la economía de la comunidad.

(Manuel Escalante)

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