A unos 850 metros de la zona central de Chichén Itzá se encuentra Chichén Viejo o grupo de la Serie Inicial, como también se le conoce, y que abrirá al público el próximo mes de septiembre, para sumarse a los atractivos de la zona arqueológica más visitada del país, pero no solo eso, sino que la gente podrá conocer el primer sitio habitacional que albergó a la élite, al linaje de los Cupul, así como uno de los palacios de por lo menos 40 que se cree existen en toda la zona.
Actualmente Chichén Itzá es la zona arqueológica más visitada del país y solo en el primer semestre del año recibió a un millón 87 mil 566 visitantes, pero, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a partir de septiembre próximo contará con una nueva zona para visitar, la de Chichén Viejo, en la que se trabaja desde 1998, y arroja importante información sobre la vida diaria de unas de las ciudades más importantes de la cultura maya.
La rehabilitación de esta zona ha sido posible al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) que implementa el INAH en el marco del proyecto del Tren Maya, pero no se trata solo de un atractivo más sino de un sitio valioso, que arroja importante información sobre Chichén Itzá, particularmente sobre la vida diaria y de una élite gobernante.
Lo que se conoce hasta el momento y de lo que se habla constantemente es de la zona central de Chichén Itzá, donde se encuentra la pirámide de El Castillo y que deja ver la bajada de Kukulkán durante los equinoccios de primavera o de otoño, pero no se sabia como vivía la gente.
Al respecto de este tema, los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Francisco Javier Osorio León y Francisco Pérez Ruiz, quienes llevan más de 20 años trabajando en Chichén Itzá, destacaron que a este grupo de estructuras se le conoce también como el Grupo de la Serie Inicial.
Detallaron que se trata de la primera zona habitacional de la que se tiene registro en toda el área y que arroja información de la vida diaria de la élite, en particular de un personaje que se ha identificado como perteneciente al linaje de los Cupul. Pero, además de la vida del gobernante y de la élite, se tienen viviendas alrededor del palacio y de la zona, gente que trabajaba, familiares, etc.
“Obvio, el grupo habitacional no solamente está conformado por la parte donde vivía el personaje de élite sino que también tiene grupos aledaños donde vivía la gente que de alguna manera trabajaba o era parte de su casa, porque hay que entender que había como linajes que estaban conviviendo en una gran ciudad y estos linajes tenían gente que trabajaba o era parte de, eran como familiares o gente que tenía cierta cercanía”, expuso Osorio León.
Además, se cree que puede haber otras zonas habitacionales en toda la zona de Chichén Itzá que tiene una extensión de más de 30 kilómetros cuadrados.
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Gran parte de la información ha sido arrojada por los elementos decorativos en las estructuras, particularmente en el Palacio de los Falos. La información que se ha obtenido, reiteraron, llevan a confirmar que se trata de algún personaje gobernante del linaje de los Cupul que ocupó dicho palacio que, además, sería el primer edificio de su tipo de unos 40 que podría haber en toda la zona de Chichén y que están conectados por medio de unos cien sac beh (caminos blancos).
Este Palacio de los Falos tiene una gran decoración, que abarca unos 16 metros lineales y es “como un llibro donde se narra desde el nacimiento y orígenes del personaje, rituales, actividades que hizo dentro del grupo y los momentos en que el personaje estuvo ligado al poder, recibiendo todos los atributos y la riqueza que podía tener, acompañado de elementos divinos donde podía ser considerado como un ser importante y divino de la clase gobernarte”, señaló.
La ocupación del grupo de la Serie Inicial tuvo una ocupación que va de los años 800 al 1050 después de nuestra era y la información que ha surgido ha permitido seguir construyendo la historia de Chichén Itzá, que, de acuerdo con el INAH, fue la capital de un amplio territorio en la península de Yucatán, encabezado por la liga de Mayapán, del 987 hasta el año 1200.
Chichén Viejo, explicó Pérez Ruiz, contiene un total de 25 estructuras de diferentes tamaños y características. Reiteró que parte de lo más llamativo de dichas estructuras son los paneles y relieves que narran diferentes sucesos de la vida diaria del personaje, gobernante, que vivió allá, así como se incluyen también narraciones sobre la creación del universo.
En el lugar se encontró la primera tumba con un entierro múltiple y asociada a un área habitacional. Ahí se encontraron los restos de cinco personas, una de las cuales llevaba un collar de turquesa, pero debido al mal estado de conservación no se pudo obtener más información pues los cuerpos fueron quemados. Los restos de las mandíbulas permitieron constatar que se trataba de restos humanos.
De acuerdo con las investigaciones, lo que se piensa es que pudo ser la tumba de un personaje importante, el cual llevaría el collar mencionado, además de sus acompañantes, y como una especie de cuidador, vigilante o acompañante, se colocó en la parte de enfrente la figura de un Chac Mool.
Ahora bien, esta figura está colocada de una forma estratégica, frente a una plaza donde se encuentra una estructura que tiene forma de tortuga, y donde se cree que el gobernante del linaje de los Cupul recibía a sus invitados para hacer rituales que representaban el nacimiento del Dios del Maíz.
Como todo en la cultura maya los edificios tenían una ubicación estratégica, mirando hacia puntos importantes, por ejemplo, donde nace y se oculta el sol. La tumba, en este sentido, representaría uno de los puntos de entrada al inframundo.
“La tumba que estaría representando la entrada al inframundo, donde está la tortuga al centro de esta enorme plaza, reconstruyendo la temática del Popol Vuh, donde los señores gobernantes que morían renacían como jóvenes Dioses del Maíz que renacían en el centro de una tortuga”, expuso el arqueólogo Osorio León.
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