Jesús Murillo Karam fue imputado a puerta cerrada por la Fiscalía General de la República, ahora por el caso de las presuntas torturas a Felipe Rodríguez Salgado, “El Cepillo”, supuesto sicario de Guerreros Unidos implicado en la desaparición los 43 normalistas de Ayotzinapa.

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En una audiencia presidida por Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, Juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, los fiscales imputaron al ex Procurador General de la República de los delitos de tortura, desaparición forzada y coalición de servidores públicos.

A solicitud de la defensa del exfuncionario, el juez duplicó el plazo legal para definirle su situación jurídica y acordó continuar el próximo viernes la audiencia en la que definirá si lo vincula o no a proceso.

La Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA) no pidió ninguna medida cautelar contra Murillo, porque ya está sometido a la prisión preventiva justificada en su primer proceso.

A esta diligencia, Murillo compareció por videoconferencia desde el Reclusorio Norte, donde se encuentra internado desde el 19 de agosto pasado.

La audiencia se llevó a puerta cerrada por una equivocación del Centro de Justicia, pues aunque la FGR pretendía cerrar el acceso al público para proteger la identidad de víctimas y testigos, al final no planteó esa petición al juez. La defensa tampoco.

Sin embargo, 10 minutos antes del inicio, una funcionaria judicial pidió desalojar la sala de audiencias a este medio y a un fiscal federal que estaba en el público. Dijo que primero iba a debatirse si la diligencia se llevaba a cabo con o sin personas ajenas a las partes.

Una hora después informó que la audiencia sería a puerta cerrada, aunque el juez nunca lo decidió de esa manera.

La audiencia inició a las 9:30 horas y concluyó alrededor de las 13:30. La imputación formulada contra Murillo tiene como punto de partida un interrogatorio a “El Cepillo” videograbado en las instalaciones de la Policía Federal Ministerial, en la Calle de Moneda, presumiblemente entre el 15 y 16 de enero de 2015.

El video, difundido en redes sociales el 13 de julio de 2020, tiene una duración de 2 minutos con 52 segundos. Al inicio se observa a “El Cepillo” sentado, sin playera, con la cabeza tapada al parecer con una prenda de vestir.

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La FGR busca que el juez vincule a proceso a Murillo por torturas, porque habrían sido cometidas en instalaciones que administrativamente dependían de su encargo como Procurador General de la República.

Además de que existen informes médicos que señalan que “El Cepillo” tenía 31 lesiones y 3 áreas de lesiones tras su detención; y el GIEI refiere 9 hematomas y 2 áreas de hematomas.

El delito de desaparición forzada se lo imputan al ex funcionario en una modalidad “temporal”, pues considera que “El Cepillo” estuvo desaparecido cuatro horas y media, tiempo que pasó entre la hora de su captura y su puesta a disposición ante la SEIDO. Es en ese lapso cuando se habría llevado a cabo el interrogatorio.

Murillo Karam ya tenía un primer proceso por delitos contra la administración de la justicia, tortura y desaparición forzada, el cual lo mantiene preso en el Reclusorio Norte desde el 19 de agosto pasado.

En ese primer expediente, la FGR lo acusa de ser el artífice de un supuesto montaje en el caso Iguala que la administración actual denomina “verdad histórica”, porque presuntamente ordenó alterar y manipular evidencias y desviar líneas de investigación, contribuyendo a ocultar el paradero de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

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