Claudia Bolio Pacheco, coordinadora de operaciones de Refettorio Mérida, señaló que Mérida, una ciudad en la que diariamente muchas familias enfrentan inseguridad alimentaria, desperdicia más de 50 toneladas de alimentos al día.
Durante la presentación de la quinta edición de Disco Sopa en Mérida, Bolio Pacheco mencionó que la escasez de alimentos se observa principalmente en el sur de la ciudad, en colonias como San Luis Sur, Dzununcán, Guadalupana, San José Tecoh, Santa Cruz Palomeque y Emiliano Zapata Sur, donde han identificado al menos nueve comedores comunitarios que brindan alimentos a hasta 50 familias con niños cada uno.
Sin embargo, también en el centro de la ciudad hay una gran cantidad de personas que viven en situación de calle o abandono, en su mayoría adultos mayores, que a veces tienen un lugar para dormir, pero no tienen suficiente comida en sus mesas.
Bolio Pacheco explicó: “Imaginemos que desperdiciamos al menos 50 toneladas de alimentos al día, y es impactante ver la cantidad de alimentos en buen estado que se desperdician, los cuales podríamos recuperar de manera más efectiva si tuviéramos una mayor conciencia y educación en la separación de residuos”.
A nivel global, agregó, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo terminan en la basura, mientras que casi mil millones de personas sufren de hambre.
Bolio Pacheco mencionó que con menos de dos toneladas de los alimentos que diariamente se tiran a la basura en Mérida, se podrían preparar hasta 5 mil porciones de comida para las personas más necesitadas, lo que hace aún más urgente la concientización para evitar el desperdicio de alimentos.
Este es el principal objetivo de Disco Sopa, una iniciativa internacional que combate el desperdicio de alimentos y sensibiliza a la sociedad, a las organizaciones académicas, a la sociedad civil y al gobierno, promoviendo la recuperación de alimentos que iban a ser descartados, su preparación y distribución entre los comedores comunitarios.
“El objetivo de esta actividad es reunir a voluntarios con el propósito de rescatar alimentos, usualmente de mercados, tiendas o restaurantes, que se descartarían por razones estéticas o porque están cerca de su fecha de caducidad, cocinar aprovechando lo que iba a ser desperdiciado y compartir la comida, disfrutando del proceso con una jornada de música y baile”, añadió Bolio Pacheco.