La obesidad en niños de Yucatán va en aumento a pesar de los cambios y recomendaciones, pues cada año sube un 2.5% respecto al anterior. A esto se suma el aumento de talla durante estas vacaciones en los pequeños del hogar es indiscutible. Según las autoridades de salud llegan a subir entre 2 y 3 kilos por falta de actividad, cambio de hábitos y demasiado descanso.
La obesidad en niños se genera por una mala alimentación, aunado a la falta de actividad física; aunque también la genética influye. Por ello, se debe llevar a los pequeños a un chequeo preventivo mínimo una vez al año.
Para Geisi Sosa Ballina, coordinadora de Pediatría del Hospital General Número 1 en Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social estamos en buen momento de poner en cintura a los niños con el regreso a clases.
“El cuidado de los niños ahora que regresan a la escuela es importante, debemos vigilar la alimentación sobre todo enfocada en la calidad de productos que les damos para que no sean en su mayoría hipercalóricos, es decir, harinas, galletas, panes, refrescos, alimentos que solo los engordan. La obesidad en niños de Yucatán va en aumento a pesar de los cambios y recomendaciones, cada año sube un 2.5% respecto al año anterior”, indicó.
El sobrepeso y obesidad pueden derivar en enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, insuficiencia renal, hipertensión arterial, males cardíacos y diferentes tipos de cáncer.
Dany de 6 años pasó un curso de verano en el que se divirtió mucho, pero rompió la dieta, aunque tenía actividad física. 2 kilos 600 gramos aumentó de julio a agosto.
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“En la tarde comía y me iba a ver la tele, a veces entre dulces y botanas” expresó.
“Las visitas al refrigerador fueron constantes al estar en casa”, narra la abuelita quien estuvo con ella durante el verano.
En caso de que los menores registren dificultades de movilidad para realizar actividades cotidianas, para respirar, se quejen de dolores articulares o problemas para dormir y cansancio crónico; es necesario llevarlos a un chequeo médico, para descartar riesgos y recibir el seguimiento correspondiente.
Ante ello, especialistas recomiendan: Evitar meriendas con alimentos procesados, con azúcares refinadas o con mucha sal; animarlos a realizar 30 minutos de actividad física al día; orientarlos a beber entre 6 y 8 vasos de agua al día; llevarlos a revisiones médicas preventivas para conocer su estado nutricional; realizar en la medida de lo posible, cada comida de forma regular (tres comidas principales y dos colaciones); preparar de preferencia alimentos al vapor, asados, a la plancha, hervidos o al horno, para evitar freír, capear o empanizar.
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