¿Conoces cuáles son los bailes típicos de Mérida_ Aquí te lo decimos

MÉRIDA, YUCATÁN.- Mérida, un lugar mágico, lleno de gente cálida, rica gastronomía, pero qué más decir de su cultura, sí, una cultura que se mantiene viva, gracias a sus hermosas tradiciones, por eso te compartimos cuáles son los bailes típicos de esta emblemático lugar.

Bailes típicos

Jarana

La jarana es el baile típico de la península de Yucatán. Dos golpes de timbal marcan el inicio del baile, inmediatamente el bastonero concerta las parejas a su arbitrio procurando que ninguna se quede sin participar, las forma en dos largas filas, frente a frente, una de hombres y otra de mujeres.

Cada pareja conserva su autonomía en el baile y su propio ámbito de dos metros aproximadamente, en el cual se entrecruzan y realizan todas las figuras que su habilidad les permita.

Existen dos formas métricas de este tipo de baile: La jarana 6 por 8 (en compás musical de 6/8), zapateada, nieta de los aires andaluces e hija de los sones mestizos, es de movimiento vivo marcado.

La jarana 3 por 4, (en compás musical de 3/4) nacida posteriormente, es valseada y tiene el aire de la jota aragonesa de la que deriva, por ello su movimiento metronómico.

En el baile de la jarana predomina el hieratismo de las danzas aborígenes que influye en la verticalidad de las posturas de sus intérpretes, que en las partes valseadas se realizan giros mientras levantan los brazos en ángulo recto al estilo de los bailadores de jota y efectúan tranquidos con los dedos, reminiscencia de las castañuelas españolas.

Con esta sola excepción, el baile de la jarana se limita a las extremidades inferiores, particularidad que la distingue de la jota y del zapateado español; el tronco del bailador permanece erguido, al grado que se tiene a lujo danzar con un objeto en la cabeza sin que éste caiga, como el caso de las “galas” o de las “suertes”.

La Vaquería

La vaquería es una de las fiestas tradicionales más difundidas en Yucatán. Tiene su origen en la época colonial y se celebraban anualmente en honor al Patrón o Patrona de la hacienda o pueblo; fiesta que tardaba tres días y cuatro noches, o toda la semana, según nos cuenta el escritor costumbrista Santiago Pacheco Cruz en su interesante libro “Usos, Costumbres, Religión y Supersticiones de los Mayas”.

La vaquería, como casi todas las fiestas tradicionales yucatecas, es una combinación del culto religioso traído por los españoles y las creencias del pueblo maya.

Esta fiesta marcaba el tiempo de la hierra del ganado y se realizaba un convite en el que el hacendado invitaba a todos sus amigos para hacer gala de su riqueza.

Dentro del marco de ésta se efectuaban bailes que ejecutaban las esposas de los vaqueros y de ahí proviene el nombre de “VAQUERÍA” que hasta nuestros tiempos preservamos y mostramos al mundo con orgullo.

Como la duración de cada jarana fluctúa entre los veinte y cuarenta minutos, es gala femenina cambiar de pareja porque el hombre se retire cansado.

Hay bailadoras a quienes se conoce con el nombre de “Tok xich” que significa “Quema-tendones”, es decir, incansables.

“Las galas“ consisten en ponerle varios sombreros, uno sobre otro, a manera de corona simbólica.

Terminada la jarana, la triunfadora entrega a sus dueños los sombreros y recibe a cambio obsequios en efectivo de acuerdo con las posibilidades económicas de cada uno de ellos, siendo una moneda de oro el obsequio más común.

Luego de un rato de baile, alguien grita “Bomba”.

Se detiene la orquesta, el baile se interrumpe para que el declamador exprese los agudos decires de las “bombas”, cuartetas que pueden llegar a ser madrigalescas, descriptivas, satíricas, pero frecuentemente picarescas, donde aflora el innato sentido del humor del yucateco.

La fastuosidad de las vaquerías ha sido determinada siempre por el auge económico de cada región.

En la zona henequenera, la más poblada de Yucatán, era el fluctuante precio de esta fibra el que propiciaba el mayor o menor esplendor de estas fiestas populares.

Actualmente, la diversificación agrícola en algunos pueblos henequeneros, el incremento de la pesca en el litoral yucateco, el auge de la ganadería en el oriente del Estado y el aumento del turismo nacional y extranjero, han determinado el renacimiento de estas fiestas tradicionales.

Jaranas Yucatecas

Los Sones de Jaleo
Suertes de la Vaquería
Cabeza de Cochino
Danza de las Cintas
Los Almudes

Los Sones de Jaleo

El Toro Grande es una de las formas de mayor belleza entre nuestros bailables juzgando desde el puno de vista rítmico.

Inigualables como remate en los bailes de vaquería son los sones de jaleo llenos de colorido que remedan el enfrentamiento del torero (el hombre) con el toro (la mujer).

Valiéndose del paliacate rojo que porta colgando por una de sus puntas la bolsa derecha del pantalón, el hombre lo toma como capote en el momento que suena la fanfarria, y conservando el ritmo de su zapateado, ejecuta la cita al toro (la mujer), quien embiste con gracia y elegancia tratando de derribar a su contrincante, ya sea con un golpe de hombro o de cadera, ya echándole una zancadilla.

Existen dos sones de jaleo: el Toro Grande y el Torito; ambos figuran en la “Miscelánea Yucateca” de José Jacinto Cuevas.

El toro Grande es el más antiguo de los dos, Stephens lo menciona en su libro. Su ejecución coreográfica requiere mucha destreza y resistencia. El Torito a su vez es más alegre y gracioso, suejecución es muy festejada y provoca siempre la hilaridad de concurrencia que aplaude con delirio la caída del agitado torero.

Tomado del libro: “Costumbres de Yucatán” de Luis Pérez Sábido. 1a Edición Mérida Yucatán 1981. Capítulo VII pág. 71

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