El Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (Cetur) realiza negociaciones con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para acordar una opción que permita abrir la zona arqueológica de Chichén Itzá los días 20 y 21 de marzo.
Un aforo limitado es una de las propuestas, con el fin de poder recibir turismo que ayude a la reactivación económica de la región durante los días mencionados, cuando es posible apreciar el descenso de Kukulcán en la pirámide conocida como El Castillo.
Estas fechas tradicionalmente han captado durante décadas a muchos visitantes tanto de la Península, de todo el país y del extranjero, que viajan a estas tierras en la semana que comprende el día 21 para ser testigos de uno de los fenómenos astrológicos más conocidos del mundo antiguo, precisamente durante el equinoccio de primavera.
En las negociaciones también participa la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canacome).
Las pláticas se han desarrollado desde la semana pasada, sin embargo, el INAH Yucatán indicó que la decisión de abrir o no la zona se toma a nivel nacional, al igual que sucede con otros sitios arqueológicos de interés e importantes para la captación de turistas, como Tulum y Teotihuacán, por lo que solicitará a las oficinas centrales que analice la propuesta presentada por las partes interesadas.
Planteamiento
Anuncian posible cierre al público equinoccio de primavera en Chichén Itzá
Jorge Carrillo Sáenz, titular del Cetur, informó que la propuesta es permitir el acceso de 10 mil visitantes, la mitad de los que ingresaban antes de la pandemia, lo que significaría una importante derrama económica para la región, pues consumirían en el parador turístico, almorzarían en las comunidades ubicadas alrededor de Chichén Itzá e incluso pernoctarían en Pisté o en Valladolid.
Aunque no tiene un cálculo de cuánta derrama económica se perdería, precisa que solo el pago de entradas a Chichén Itzá para 10 mil personas significa un ingreso de alrededor de cinco millones de pesos.
Carrillo Sáenz cree que se puede lograr un acuerdo que beneficie a ambas partes, para prestadores de servicios turísticos y a la vez salvaguardar los vestigios arqueológicos.
Exhortó también a que la promoción turística ofrezca varias opciones, pues el fenómeno del equinoccio se presenta durante varios días, por lo que el beneficio para hoteleros y otros prestadores de servicios puede ser durante un lapso de una semana.
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