Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que 735 millones de personas padecieron hambre durante 2022, un 9.2 por ciento de la población mundial, “modesto progreso”, pero insuficiente para cumplir la meta de eliminar esta problemática en 2030.
Sufre hambre 9.2% de la población: ONU
Cinco agencias de la ONU, entre cuyos autores figuran la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), revelaron que esta cifra aumentó desde 2015, se estabilizó e incluso registró un leve retroceso, con 3.8 millones de personas menos respecto a 2021.
América Latina fue la zona que presentó avances en la lucha contra el hambre, con excepción de la región del Caribe, donde la situación empeoró.
La subalimentación crónica aumentó igualmente en Asia occidental y África, señala el reporte, que lleva también el sello del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo precisa que en África una de cada cinco personas padecen subalimentación crónica.
El documento es una “instantánea de un mundo que aún se está recuperando de una pandemia mundial y que ahora se debate con las consecuencias de la guerra en Ucrania, que ha agitado aún más los mercados de los alimentos y la energía”, indica.
El informe advierte que si no se orientan mejor los esfuerzos, el objetivo de “poner fin al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas en 2030 seguirá estando fuera de nuestro alcance”.
FACTORES
Los principales factores de inseguridad alimentaria (conflictos, contracción económica y catástrofes climáticas) y las recientes desigualdades se han convertido en una “nueva normalidad”, apuntaron.
Álvaro Lario, el presidente del FIDA, apuntó a la falta de inversiones y de “voluntad política para llevar a la práctica soluciones a gran escala”.
Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, alertó a su vez que el hambre aumenta “al tiempo que los recursos que necesitamos urgentemente para proteger a los más vulnerables se están reduciendo peligrosamente”. Para ella, “nos enfrentamos al mayor desafío que hemos visto”.
Por otro lado, la posibilidad de acceder a una alimentación saludable se deterioró en todo el mundo, debido al impacto prolongado de la pandemia y al auge de los precios de los alimentos.
Más de 3 mil 100 millones de personas no se permitieron una dieta equilibrada en 2022, provocando desnutrición, carencias u obesidad.
CON INFORMACIÓN DE AFP
Denuncian racismo vs. mujeres negras
En países como Estados Unidos, Brasil o Colombia, las embarazadas negras del continente americano sufren maltrato debido al “racismo generalizado” del sistema de salud, responsable de que el riesgo de morir durante el parto sea superior al de las blancas, denunció la ONU en un informe publicado ayer.
La mortalidad materna entre las afrodescendientes es “anormalmente alto, ya sea en términos absolutos o comparativos” con las mujeres de otros orígenes, dice el Fondo para la Población (UNFPA) en este documento que analiza los datos de nueve países de las Américas elegidos por la proporción de la población negra y los datos disponibles (Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Panamá, Surinam, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Uruguay).
La mayor disparidad se encuentra en Estados Unidos, donde las mujeres afroamericanas tienen tres veces más riesgo de morir durante el embarazo o en las seis semanas posteriores al parto que las blancas.
Las mujeres negras tienen 2.5 veces más de riesgo de morir en Surinam y 1.6 veces en Brasil y Colombia.
Sistema financiero es un ‘fracaso’, denuncia Guterres
De acuerdo con la ONU, 3 mil 300 millones de personas viven en países donde los gobiernos gastan más en el pago de intereses de su deuda externa que en educación o salud, lo que su secretario general António Guterres consideró un “fracaso” del sistema financiero internacional.
“La mitad de nuestro mundo se hunde hacia un desastre del desarrollo, alimentado por la aplastante crisis de la deuda”, destacó Guterres al presentar un informe sobre el estado de la deuda en el mundo.
Sin embargo, estas deudas insostenibles están concentradas en países pobres y “no están consideradas como un riesgo sistémico para el sistema financiero mundial”, aclaró.
Según el informe titulado “Un mundo de deudas”, el total de la deuda pública mundial se elevó en 2022 a 92 billones de dólares, 5 veces más que en 2000 (17 billones).
Los países en desarrollo tienen el 30 por ciento de esta deuda, que aumenta más rápido porque los intereses que pagan son cada vez más altos pese a que la deuda cae con relación al Producto Interno Bruto (PIB).
Del total, 52 países, cerca del 40% del mundo en desarrollo, “tienen importantes problemas de deuda”, recordó el jefe de Naciones Unidas.
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