Para el doctor Víctor Vidal, investigador y director del Cinvestav Mérida, la acuacultura, también denominada acuicultura es el futuro de la producción pesquera para hacer frente al impacto que sufren las diferentes especies, como el mero, que en los últimos 40 años se ha presentado un decremento de 51% de las capturas.
El experto consideró que, un buen número de centros especialistas han investigado lo suficiente en este rubro, por lo cual se han logrado avances relevantes y solo falta hacer extensivo este conocimiento a las comunidades e invertir en proyectos para hacerlo realidad.
“Es cierto que muchas especies están impactadas, que ya no se pesca lo mismo que antes y que ha disminuido de manera importante la biomasa, pero en este escenario la acuicultura es una importante opción, es el futuro de la producción pesquera para mí”, dijo Víctor Vidal.
Acuicultura, el futuro de la producción pesquera
Destacó que ya se tienen experiencias importantes en la región y aunque en algunos casos se deben perfeccionar algunas cosas, hay suficiente avance en conocimientos, como el que se ha desarrollado desde el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida para la identificación, tratamiento y estudio epidemiológico de agentes causales de enfermedades de organismos acuáticos silvestres y cultivados tanto marinos como dulceacuícolas del sureste de México y la Península de Yucatán. Como proyectos importantes en los que ya se tienen avances relevantes, figura el proyecto “Biotecnología del mero rojo”, que realiza la Unidad Sisal de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como opción de cultivo de la especie y como una alternativa a futuro.
En este proyecto trabajan la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación Sisal de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en colaboración de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Unidad de Mérida, con el apoyo del Consejo Consultivo del Mero, la Red del Mero y Especies Asociadas, el Centro Regional de Investigación Pesquera y Acuícola, y la Asociación de Armadores.
El mero es de los principales productos pesqueros para el litoral y el mar Caribe y Yucatán es el estado que contribuye con mayor volumen de captura, con un 70% de la producción nacional; sin embargo, debido a la presión pesquera del recurso atraviesa por diversas problemáticas sociales, económicas y ecológicas y es necesario incluir otras alternativas, entre ellas la opción del cultivo.
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PROPÓSITO
Otro proyecto es el que llevan a cabo el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav-Mérida), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabaja en conjunto con la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables (Sepasy) en un proyecto de cultivo experimental de pepino de mar en Río Lagartos.
Este proyecto ha avanzado con éxito pues ya se han obtenido buenos resultados, con ejemplares que ya alcanzaron una talla de 6 a 10 centímetros de longitud, posterior a la siembra de los primeros ejemplares.
Esto es parte de un esfuerzo conjunto de la iniciativa privada, pescadores y Gobierno estatal, que suman esfuerzos para desarrollar dicho proyecto.
El pepino de mar es una de las especies más impactadas y por lo que se encuentra en veda desde el 2013, de acuerdo con el decreto publicado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Cabe recordar que, hasta hace 10 años el pepino de mar o también llamado “oro negro” de las profundidades era un recurso pesquero de gran impacto económico en Yucatán, debido a su alto valor en el mercado asiático y europeo.
Sin embargo, por el alta se capturó sin control, lo que obligó a las autoridades federales a establecer una veda permanente que prohíbe su captura, distribución y venta.
No obstante, eso no ha frenado a los pescadores furtivos, pues son frecuentes las denuncias de que continúa la depredación.
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