Ratas, nopal, pino falso y pez león son algunas de las especies invasoras que ya tienen presencia en Arrecife Alacranes, uno de los principales atractivos naturales de la región que cada vez tiene mayor desequilibrio en el ecosistema original.
De acuerdo con el especialista Pedro Luis Díaz Carballido, la mayoría de estas especies llegan a la región por efectos humanos, por lo que es necesario tomar precauciones para evitar llevar semillas, insectos o alguna otra flora o fauna ajena al ecosistema.
Durante la charla “¿Cómo mantener Arrecife Alacranes a salvo de especies invasoras?”, el investigador alertó por la presencia de ejemplares que, aunque parecieran inofensivos, a largo plazo generan efectos nocivos porque afectan a otros organismos nativos.
Ejemplificó que el pino de mar o pino falso fue introducido con la intención de generar sombra; sin embargo, esta especie ocasiona desgaste en la playa, al competir con arbustos nativos que ayudan a fijar la arena y evitar la erosión.
También han detectado crecimiento de nopales, flora que impide el crecimiento de aves, cangrejos y otras especies.
El cambio de vegetación también afecta la fauna, pues ahuyenta a especies migratorias como el pájaro bobo, que opta por realizar la anidación en otras zonas e incluso se come los huevecillos que pone o a las crías.
Otra especie invasora es el pez león, que la marea trasladó desde Florida en 1992 y que desde entonces tiene presencia en Arrecife Alacranes. La peculiaridad de este animal es que se alimenta de 259 especies de peces, moluscos y crustáceos, además que no tiene depredadores.
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Arrecife Alacranes está compuesto por cinco islas: Desterrada, Pérez, Muertos, Pájaros y Chica.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), constituye un Área Natural Protegida de gran importancia en nuestro país, ya que conforma la estructura coralina más grande del Golfo de México, así como el único arrecife descrito de Yucatán.
En México existen 348 especies invasoras y 40 islas del país las tienen, ya sean reptiles, roedores, insectos, plantas, entre otros.
Para mantener la bioseguridad insular, es necesario mantener las islas libres de estas especies y evitar que introduzcan nuevas.
Díaz Carballido recomienda que antes de llegar al Arrecife e iniciar un recorrido por el sitio, se revise si no se tiene lodo o residuos en la suela de los zapatos, porque en ello se pueden transportar semillas de especies no nativas.
En caso de llegar en embarcaciones, revisar que no haya insectos u otra fauna como roedores e incluso mascotas, porque pueden perturbar a la fauna local, comerse huevos de aves o tortugas o contaminar con sus heces.
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