De acuerdo con el más reciente monitoreo al evento de marea roja llevado a cabo por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional en Mérida (Cinvestav), los florecimientos algales que se dieron durante los meses de julio y agosto con intensidad están en su última etapa de degradación.
“El florecimiento ya está en su última parte de degradación y con la corriente se mueve de la zona de El Cuyo, Río Lagartos, Sisal, Dzilam, en esa dirección, y a medida que esta agua vaya llevando la marea, veremos que ya desaparecen”, indicó el Dr. Dr. Jorge Herrera Silveira, investigador y responsable del Laboratorio de Producción Primaria del Cinvestav.
Expuso que, aunque puede haber otros florecimientos mar adentro, es muy es poco probable que se acerque a la costa, porque no hay condiciones oceanográficas generales para que haya un acercamiento a la costa.
Lo que está llegando a la costa y que se puede ver en la playa, dijo, no es sargazo, son pastos marinos. Aunque está disminuyendo ya casi por completo la marea roja, el monitoreo señala que se mantiene la condición de baja calidad del agua en la costa, debido a la descomposición de materia orgánica resultado de la presencia del actual florecimiento.
“Se mantiene la recomendación de evitar el nado en las localidades donde se presenten estas características y el recalado de peces muertos”, indica el texto del monitoreo realizado el pasado 30 de agosto.
El investigador aclaró que no se puede hablar de toxicidad, porque las especies que son responsables de la marea roja no son tóxicas. Se vuelve nociva la marea roja, dijo, porque causó estragos y problemas de mortandad de especies.
“Lo que sucede es que hay un agotamiento de oxígeno porque estas microalgas al crecer también mueren y al morir se convierten en materia orgánica que se tiene que descomponer, oxidar, y usan oxígeno para descomponerse y éste se agota y al agotarse en el medio acuático obviamente los peces que necesitan oxígeno, al haber menos en el agua, por eso mueren”
“Y algunas de estas algas suelen desarrollar también una especie de sustancia que está alrededor de las células, medio pegajosa, y que en algunas especies pueden obstruir las branquias y les producen muerte por asfixia y por eso es que mueren, no porque sea tóxica el alga que produce el florecimiento”, indicó.
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También, expuso que con la descomposición de las algas se provocan bacterias que pueden ser nocivas para el humano, provocando dermatitis, otitis, conjuntivitis y, si se ingiere el agua, gastroenteritis, por lo que no se recomienda entrar al agua si el color y olor no es el normal de estas épocas.
“Hasta que no deje de tener este color medio rojizo, oscuro; mientras se mantenga así no es recomendable para el contacto con las personas”, expuso.
Explicó que todos los años hay florecimientos que se dan por la zona de Cabo Catoche y se empiezan a ver en San Felipe, en Río Lagartos, a veces se pierde, y no tiene efecto alguno, ni siquiera se nota.
Pero cuando hay condiciones de vientos y descargas de aguas subterráneas, ricas en nutrientes que vienen de la contaminación de granjas avícolas, porcícolas, de los desarrollos humanos, entonces la marea se acerca a la cosa y “se prende”, y empieza el florecimiento costero que es el que se vio este año.
Dijo que en los próximos días se tomarán nuevas muestras en la zona que va de El Cuyo a Celestún y la próxima semana se tendrán resultados para saber si el proceso de la marera roja ya está en franco decaimiento.
“Tendríamos que esperar que en la zona de El Cuyo y Dzilam el agua sea más transparente y esa agua llegue a Telchac y Progreso”, señaló.
David Rico
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