De acuerdo con las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), Yucatán ocupa el segundo lugar nacional, solo detrás de Chihuahua, en el índice de muertes por suicidio, con 14.5 por cada 100 mil habitantes en 2021.
Lo anterior fue mencionado por el psicólogo Edgardo Flores, miembro de la Asociación Mexicana de Suicidología y de la “Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la conducta suicida – Papageno, quien mencionó que para prevenir el suicidio se debe entender, primero, que no hay una sola respuesta o causa pues se trata de un fenómeno complejo, que no puede ser visto solo como un tema de salud mental, sino que se debe abordar desde lo social.
“La respuesta debería ser desde lo social, desde el gobierno, y nos incluye a las escuelas, empresas, centros deportivos, medios de comunicación, que en este tema hay toda una estrategia desde la Organización Mundial de la Salud, para que sean parte de un efecto Papageno e ir disminuyendo el efecto Werther”, expuso.
En lo que va del año, expuso, se tienen registrados 180 o 190 personas que han muerto por suicidio, aunque el número varía de acuerdo a las metodologías y también porque puede haber un sub registro que se debe a diferentes factores.
“Definitivamente, los datos oficiales pueden tener estimaciones muy cortas a lo que puede ser el fenómeno”, señaló.
Explicó que la documentación que se hace es a través de los medios de comunicación y se está trabajando en la creación de un Observatorio Estatal del Suicidio.
Además de las personas que mueren por suicidio, las personas que los rodean y se ven afectadas se les conoce como sobrevivientes, por lo que consideró que se requiere de un plan de atención a las familias, amigos y amigas, porque se considera que hay entre 30 y 90 personas afectadas por cada muerte.
“Al final de cuentas hay un impacto en los sobrevivientes y un duelo complejo que debe ser atendido por personas capacitadas”, dijo.
Explicó que ha sucedido que hay familias en la que ocurre más de una muerte por suicidio y se habla de una cuestión genética, pero lo que se ha visto en las investigaciones es que juega un papel importante el contexto, porque habla, de que no se atiende, que no se da un adecuado acompañamiento.
Fomentan actividades de prevención de adicciones y el suicidio en Mérida
En cuanto a los medios de comunicación, comentó que pueden hacer mucho en este tema, porque las investigaciones son claras en que hay un efecto werther que consiste en que si una persona lee una nota y ésta tiene un enfoque erróneo o que incluso hace inferencias, como hablar de causas, alguien en una condición vulnerable que lea la nota, aunque no es el único factor, se puede identificar y considerar con mayor fortaleza la idea.
“Lo que hay que hacer es generar notas responsables; no es dejar de hablar. Por ejemplo, hay que sacar las notas de suicidio de la nota roja, hay que moverlas a la sección de salud. Porque tiene un enfoque distinto y, entonces, cuando yo comunique una muerte por suicidio si yo soy cuidadoso con los parámetros de la OMS y otros organismos periodísticos internacionales, donde se enfatiza la importancia de buscar ayuda, se recuerdan las líneas de atención y de ayuda, se dan historias de personas que han encontrado una resolución positiva, eso genera un efecto papageno”, dijo.
Expuso que los medios de comunicación, teniendo este papel tan importante, podrían incidir de forma significativa en los indicadores.
Como parte del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, comentó, se lleva a cabo una serie de actividades que culminará el 10 de septiembre, en la que participan más de 20 organizaciones. El evento se denomina “Compartiendo Esperanza”.
David Rico