Productores de la zona sur de Yucatán recibieron 280 toneladas de semilla de soya certificada para activar más de 7 mil hectáreas, informó el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Jorge Díaz Loeza.
Agregó que de esta forma pretenden la reactivación del campo yucateco a través de la siembra de semillas de soya.
El funcionario explicó que el fin de semana inició la distribución de 280 toneladas de semilla de soya certificada en Tekax, para activar más de 7 mil hectáreas de dicho cultivo en beneficio de cerca de 700 productores.
Asimismo, explicó que, ante el inicio de la temporada de lluvias, repartieron los sacos de semillas, con el fin de aprovechar las precipitaciones y así obtener mejores resultados en la siembra.
Díaz Loeza informó que personalmente visitó las organizaciones y uniones de ejidos del sur para hacer la entrega de la semilla, al tiempo que destacó la importancia de trabajar de forma coordinada para unir esfuerzos y sacar adelante al campo yucateco.
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Dotan de semillas a productores del sur
“Gracias al apoyo de todos, el recurso se multiplica y los beneficios llegan a más personas que lo necesitan” indicó.
El funcionario destacó que, una vez sembrada la semilla, en noviembre o principios de diciembre, los productores de las comunidades podrán cosechar y obtener los beneficios económicos.
A su vez, el presidente de la Asociación de Productores Mixtos Agropecuarios del Sur de Yucatán (Apromasy), Francisco Madera Mena, comentó que obtener la semilla de soya representa un apoyo significativo para los productores, ya que esta semilla tiene costos muy altos en el mercado, por lo que con este programa es más fácil para ellos poder adquirirlo y les deja mayores ganancias.
APROBADO
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Servicio Nacional de Investigación y Certificación de Semillas (SNICS) “garantiza que la semilla empleada para la siembra dará como resultado un cultivo vigoroso y uniforme”.
También asegura que se encuentra libre de plagas y enfermedades, lo cual reditúa en una mejor cosecha y mayores ingresos para los productores.
El proceso consta de la inspección de campo y análisis de laboratorio que compruebe la calidad de las semillas desde su origen, proceso de producción, almacenamiento, hasta su comercialización.
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