Cientos de fieles católicos se dieron cita en la Catedral de San Ildefonso, en Mérida, para conmemorar el inicio de la cuaresma con la imposición de la Ceniza, ceremonia que estuvo encabezada por el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega.
Catedral de San Ildefonso llena de feligreses
Poco a poco, la Catedral de San Ildefonso se fue llenando de feligreses que buscaban recibir la tradicional cruz de ceniza en la frente, en una de las ceremonias litúrgicas más significativas del calendario católico.
Durante la homilía del Miércoles de Ceniza, Rodríguez Vega recordó a los asistentes que la Cuaresma es un tiempo de conversión y purificación en el camino hacia la Pascua.
"Todo lo que hacemos durante la Cuaresma tiene sentido y razón de ser en orden a llegar purificados a celebrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo", expresó ante la feligresía mientras reflexionaba.
Relatos de celebración
Entre los asistentes, Patricia Méndez compartió su experiencia sobre la celebración con 24 HORAS Yucatán:
"Cada año vengo a la misa del Miércoles de Ceniza porque es un recordatorio de que necesitamos renovar nuestra fe y mejorar como personas. Me gustó mucho el mensaje del arzobispo sobre ser solidarios sin hacer alarde de ello, porque ayudar no debe ser para presumir", sentenció.
El arzobispo también recordó que las prácticas cuaresmales han permanecido intactas a lo largo de los siglos y deben ser vividas en comunidad
"No han cambiado ni cambiarán ni se han de suplir por otras cosas. Son signos de comunión eclesial, como el ayuno del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo", precisó.
El arzobispo hizo un llamado a profundizar en la oración y la solidaridad con los más necesitados:
"La Cuaresma es vivir la vida cristiana ordinaria de manera extraordinaria. Se espera que haya gestos muy claros de solidaridad y generosidad. La limosna debe ser un acto de agradecimiento a Dios y un desprendimiento sincero, sin buscar reflectores", aclaró.
En ese sentido, destacó la importancia de la oración cotidiana y criticó la costumbre de pagarle a otros para que oren.
"Es muy triste que todavía en Yucatán en muchos pueblos se pague por orar. La oración es para todos, no para unos cuantos a los que se les pague. Todos hemos de orar", dijo; y sugirió herramientas como el rosario digital o la liturgia de las horas en el celular.
Reforzando la espiritualidad
Sobre la práctica del ayuno, Rodríguez Vega apuntó que no se trata sólo de abstenerse de alimentos, sino también de renunciar a cosas que pueden alejarnos de la espiritualidad, como el uso excesivo del celular o la televisión.
"Cada uno sabrá de qué puede ayunar, según lo que convenga a su vida espiritual. No es ayunar por ayunar, sino para recordar que no solo de pan vive el hombre, sino también de la palabra de Dios", aseveró.
La ceremonia concluyó con la imposición de la ceniza, marcando así el inicio del camino cuaresmal que culminará con la celebración de la Pascua.