Este domingo, Liverpool conquistó su novena Copa de la Liga tras derrotar 10-11 a Chelsea en una dramática tanda de penaltis, en la que el guardameta español Kepa se convirtió en villano.
Los hombres del técnico alemán del Liverpool, Jurgen Klopp, dominaron la posesión del balón, pero los ‘Blues’ ocasionaron peligro gracias a su juego vertical. Mason Mount desaprovechó una oportunidad desde el punto de penal (44) tras ser asistido por el alemán Kai Havertz en la ocasión más importante.
Antes de que se iniciara el enfrentamiento, el centrocampista español Thiago, que se lesionó durante el calentamiento antes del partido, expresó su frustración con lágrimas.
La segunda mitad ni mucho menos defraudó a los aficionados de ambos equipos. Mount falló increíblemente ante el arquero irlandés Caoimhin Kelleher (49) al mandar el cuero al palo izquierdo del portero. Las imágenes mostraron el tremendo enfado de su técnico alemán, Thomas Thuchel, golpeando con su mano derecha el suelo varias veces.
Después, el egipcio Mohamed Salah dispuso de otra oportunidad tras un grave error en la salida de Mendy (63) con los pies, pero el norteafricano cruzó demasiado la pelota, que terminó marchándose fuera de los tres palos.
Instantes más tarde, en una jugada elaborada tras saque de falta, el Liverpool soñó con la victoria. Alexander Arnold centró un balón que cabeceó Mané en el segundo palo para que el alemán Joel Matip marcara en la línea con su cabeza (65).
Sin embargo el VAR se interpuso al anular el tanto por falta del holandés Virgil van Dijk sobre un defensa del Chelsea. Tan polémica fue la acción que el colegiado tuvo que acercarse a ver el monitor.
Hasta los últimos momentos del tiempo reglamentario Mendy salvó a su equipo de la derrota. Van Dijk cabeceó un balón que despejó con la manopla el espectacular guardameta. Aunque la última ocasión la tuvo el belga Romelu Lukaku que con un toque sutil en el área pequeña casi supera a Kelleher, también muy atento en todo el duelo