Con motivo de la sucesión presidencial, la Iglesia católica se pronunció porque el periodo que comienza este primero de octubre sea un tiempo de diálogo que abra el camino a construir un país mejor.


“Desde la Iglesia en México, expresamos a la Presidenta Sheinbaum nuestra disposición y compromiso para el diálogo que nos permita construir un país mejor.


“El diálogo ha de partir de la verdad, comprometido con la justicia y encaminado a La Paz”, señaló en su editorial en el semanario Desde la Fe.
En este sentido, recordó las siete propuestas que se expusieron a los entonces candidatos presidenciales y que surgieron de los Diálogos por La Paz, a partir del movimiento que comenzó con la dolorosa pérdida de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos, en Cerocahui, Chihuahua:

  1. Desarrollar políticas de cuidados como condición para la paz, con enfoque de derechos humanos y género, dirigidas a construir y fortalecer tejidos sociales; crear entornos seguros y restituir el valor de la vida, dando atención prioritaria a niñez, adolescencias y juventudes.
  2. Fortalecer las policías municipales, conectarlas con el sistema de justicia y otras fuerzas públicas, para que coadyuven en la investigación y el cuidado del territorio, y así sea posible la retirada paulatina de los militares en las funciones de seguridad pública.
  3. Renovar el sistema de procuración e impartición de justicia, en el nivel federal y estatal, de tal manera que tenga capacidad para investigar y autonomía para resolver casos.
  4. Emprender una reforma a fondo del sistema penitenciario para que el Estado retome el control de las prisiones, impida los actos de corrupción y de extorsión y actúe dentro del marco de la ley para proteger los derechos de las personas privadas de libertad, de sus familias y del personal penitenciario.
  5. Promover una estrategia, con presupuesto asignado, que fortalezca la seguridad y bienestar de las adolescencias en sus riesgos asociados con adicciones, crimen organizado y economías ilícitas.
  6. Impulsar una gobernanza democrática que proteja a los gobiernos municipales de las economías criminales y tengan las condiciones para desarrollar programas a favor de la seguridad, la justicia y la paz con amplia participación de la sociedad civil.
  7. Atender la crisis de derechos humanos del país en cuatro temas prioritarios: realidad de los desaparecidos, la violencia contra las mujeres, la violencia contra las personas en movilidad y la autonomía de los pueblos indígenas.
    Indicó que estas siete acciones comienzan con siete verbos que, en conjunto, describen la vocación de servicio de un buen gobierno, y que creemos es el tiempo de impulsar: desarrollar, fortalecer, renovar, emprender, promover, impulsar y atender.
    “Siete verbos que, creemos, se unen a través de una estrategia sólida: el diálogo”, concluyó.

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