Yael Arad, presidenta del Comité Olímpico de Israel y primera medallista olímpica de Israel, participó en una sesión fotográfica en la Arena Champ-de-Mars, sede del judo para los Juegos Olímpicos de París 2024. La foto fue tomada el 1 de agosto de 2024. (AFP)

La delegación israelí llegó a los Juegos Olímpicos de París 2024 con la mayor representación en su historia, compuesta por 88 atletas. Sin embargo, el ambiente ha sido “duro”, según la jefa de la delegación, Yael Arad.

Después de una semana de competición, Arad ha señalado la hostilidad de ciertos espectadores, el acoso cibernético hacia los atletas y los abucheos durante las competencias, además de presuntos gestos antisemitas en un partido de fútbol contra Paraguay.

Pese a las dificultades, Israel ya ha conseguido dos medallas: una plata de la judoca Inbar Lanir y un bronce de Peter Paltchik, con la esperanza de obtener al menos dos más en los días restantes. A través de reuniones y un equipo especial, los atletas han sido preparados para manejar “todo tipo de provocaciones”. “El mensaje principal que les hemos transmitido es que estamos aquí para competir”, afirmó Arad, subrayando la importancia de mantenerse enfocados en lo deportivo.

El gobierno israelí acusa a organizaciones apoyadas por Irán de estar detrás de esta campaña de hostigamiento en internet. “Ha sido realmente duro. Somos un país en sufrimiento desde el 7 de octubre”, dijo Arad, recordando los ataques de Hamás que dejaron más de 1.197 muertos en Israel, según datos oficiales. A pesar de las adversidades, Arad destaca la capacidad de los atletas para superar el dolor y los problemas, transmitiendo esperanza e inspiración a su país.

La respuesta militar israelí en Gaza, que ha causado cerca de 40.000 muertos, en su mayoría civiles, según autoridades de Hamás, ha generado controversia en estos Juegos. El Comité Olímpico Palestino intentó que el COI excluyera a Israel de París 2024, argumentando que la campaña militar violaba la tregua olímpica. Arad calificó de “desgraciado” este llamado y lamentó que se introduzca la política en el deporte, describiendo a Jibril Rajoub, presidente del Comité Olímpico Palestino, como “un terrorista convicto”.

La seguridad en torno a la delegación israelí es excepcional, con agentes de élite de la policía francesa protegiendo a los atletas las 24 horas del día. Arad, quien obtuvo la primera medalla olímpica para Israel, aseguró que los equipos están acostumbrados a estas medidas desde el trágico ataque a la delegación israelí en los Juegos de Múnich en 1972. “Confiamos en el dispositivo de seguridad de París. Mi rol, junto a mi equipo, es darle a estos atletas la posibilidad de concentrarse en lo deportivo”, concluyó.

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