El domingo pasado, el zoológico de La Reina, ubicado en el municipio de Tizimín, perdió a uno de sus leones africanos debido a las altas temperaturas que azotaron la región.
Pedro Cohuó Suaste, alcalde de Tizimín, confirmó que el león falleció por el calor extremo.
Según el reporte el león no mostraba signos de enfermedad antes de su muerte.
No obstante, los veterinarios del zoológico notaron su decaimiento y, en un intento por ayudarlo, le suministraron electrolitos y medicamentos para hidratarlo.
Sin embargo, en la autopsia se reveló que los órganos del felino colapsaron debido al impacto del calor extremo.
El funcionario aseguró que el ejemplar recibía una alimentación adecuada y tenía acceso suficiente al agua.
Además del golpe de calor, el león sufría una lesión en la espalda, la cual había sido causada por un incidente previo.
Esta lesión, sumada al arqueamiento de su espalda, pudo haber contribuido a su vulnerabilidad ante las altas temperaturas.
Apenas unos días antes del fallecimiento del león, el zoológico había sido inspeccionado por auditores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quienes dictaminaron que las condiciones de alimentación y atención a los animales eran óptimas.
Sin embargo, este desenlace pone en evidencia la fragilidad de la vida animal frente a fenómenos climáticos extremos y la necesidad de implementar medidas adicionales para proteger a las especies en cautiverio.
La muerte del león africano en el zoológico de La Reina representa una pérdida para la institución y la comunidad de Tizimín.
Manuel Escalante