En el marco del Encuentro de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO que se celebra en Mérida, el vicealcalde de Phuket, Tailandia, Piboonaak Kittitornkun, compartió la experiencia de su ciudad en el uso de la gastronomía como herramienta educativa, cultural y de desarrollo sostenible.
Durante su ponencia titulada “Juventud, educación y el futuro de la gastronomía”, realizada en la Hacienda Teya, el funcionario tailandés destacó que la cocina es mucho más que preparar alimentos: representa una forma de preservar tradiciones, fortalecer comunidades y construir identidad colectiva.
“La gastronomía no solo trata del sabor, sino también de la identidad, la tradición y la comunidad. Cocinar es mantener vivas las costumbres, y la mejor manera de lograrlo es transmitir ese conocimiento a las nuevas generaciones”, afirmó Kittitornkun.
La juventud como motor del cambio social
El vicealcalde explicó que el modelo implementado en Phuket coloca a la juventud como motor del cambio social. Más de cinco mil estudiantes participan en talleres donde aprenden sobre alimentos locales, diseñan menús y descubren la cocina como un espacio de creatividad, colaboración y aprendizaje.
“Los jóvenes son el corazón de nuestro futuro”, subrayó, destacando que estos programas fortalecen la identidad y el sentido de pertenencia.
En Phuket, las celebraciones gastronómicas —como el Año Nuevo Lunar y los festivales vegetarianos— funcionan como espacios para transmitir valores culturales y promover la educación alimentaria. Estas festividades permiten a las nuevas generaciones comprender el origen y significado de los alimentos, al tiempo que aprenden a valorar los productos locales y sostenibles.

Tres ejes del modelo gastronómico tailandés
Kittitornkun explicó que este enfoque integra el calendario ritual con la pedagogía alimentaria, creando puentes entre el pasado y el futuro a través del gusto, la memoria y la tradición.
El modelo tailandés se sustenta en tres ejes principales:
- Involucrar a la juventud para revitalizar la gastronomía local.
- Reconocer el talento de los chefs como guardianes de la memoria culinaria.
- Promover el uso de ingredientes autóctonos, reflejo de identidad y diversidad territorial.
“Queremos destacar el talento local y los valores que expresan quiénes somos”, sintetizó el vicealcalde, al resaltar los puntos en común entre Phuket y Mérida, ambas reconocidas por la UNESCO en la categoría de Gastronomía.
La participación de Kittitornkun cobra especial relevancia considerando que Mérida y Phuket comparten el compromiso internacional de preservar su patrimonio culinario, manteniendo vivas sus tradiciones a través del sabor, la educación y la comunidad.

