Foto: Sigma2

En el oeste de Noruega, una antigua mina se ha transformado en el hogar de Olivia, el superordenador nacional más potente del país. Gestionado por Sigma2, este sistema se convierte en una herramienta clave para investigadores, diseñada para reducir el consumo energético y garantizar la máxima seguridad gracias a su ubicación subterránea.

Capacidad tecnológica y estructura avanzada

Olivia es un sistema HPE Cray Supercomputing EX con 252 nodos, procesadores AMD Epyc Turin, 64.512 núcleos de CPU, 304 GPU de última generación y 5,3 petabytes de almacenamiento en un HPE Cray ClusterStor E1000. Este diseño permite multiplicar por 17 la capacidad de IA respecto a sistemas nacionales anteriores, ocupando apenas 14 metros cuadrados y con un peso aproximado de 15 toneladas, lo que refleja una densidad de potencia excepcional en un espacio reducido.

La eficiencia energética ha sido un objetivo central. Olivia utiliza refrigeración líquida directa y se beneficia de la infraestructura de Lefdal Mine Data Centers, que funciona completamente con energía renovable y emplea agua del fiordo para enfriar los sistemas. El consumo energético se ha reducido en más de un 30% frente a Betzy, mientras que la potencia de cálculo es más de tres veces superior.

Olivia: el superordenador instalado en una mina abandonada
Foto: Sigma2

Reconocimiento internacional

A junio de 2025, Olivia ocupa el puesto 22 en la lista Green500, que mide eficiencia energética, y el 117 en la TOP500 de supercomputadores más rápidos, consolidándose como un referente mundial en computación de alto rendimiento.

El superordenador se encuentra en una mina de olivino abandonada, lo que proporciona seguridad física y estabilidad térmica natural. Su nombre rinde homenaje al mineral histórico de la región. El proyecto supuso una inversión de 225 millones de coronas noruegas y está diseñado para ampliaciones futuras sin reemplazar su estructura principal.

Calendario y apertura a la comunidad científica

Tras completar el traspaso de sala en diciembre de 2024 y las pruebas de aceptación en febrero de 2025, Olivia se inauguró oficialmente el 17 de junio. Durante el verano funcionó como periodo piloto, y su apertura general a universidades y centros de investigación está prevista para otoño de 2025.

Olivia: el superordenador instalado en una mina abandonada
Foto: Sigma2

Aplicaciones en ciencia e investigación

De acuerdo con Sigma2, Olivia permitirá avanzar en proyectos de salud, investigación marina y climática, así como en el desarrollo de modelos de lenguaje en noruego. Su disponibilidad abierta busca democratizar el acceso al cómputo de alto rendimiento, fundamental en áreas donde los datos crecen a gran velocidad.

Autonomía tecnológica de Noruega

Aunque Noruega no forma parte de la Unión Europea, con Olivia refuerza su capacidad tecnológica independiente, reduciendo la dependencia de infraestructuras externas y posicionándose como referente global en supercomputación para un país de pequeña población.