Por José Ureña

En buena hora, Claudia Sheinbaum dio el segundo paso.

Porque usted, lector de Teléfono Rojo, tuvo la primicia el viernes antepasado cuando informamos sobre la decisión de la Presidenta de la República basada en un principio simple:

Presidente que concede, cede.

Por eso titulamos la columna: Claudia parece deslindarse de la CNTE. La relación con el magisterio, dijimos, sería ahora por la vía formal con el titular del contrato colectivo de trabajo, es decir, con el SNTE de Alfonso Cepeda.

Lo normal en un país de instituciones. Pero también nos dijo lo mismo Andrés Manuel López Obrador en 2019, cuando la Coordinadora intentó someterlo:

— Señor, siguen las manifestaciones violentas de la CNTE…
— A ver quién se cansa primero.

Se fueron, pero luego el presidente de Tepetitán cedió y los convirtió en casi invitados permanentes de Palacio Nacional: 16 citas con las eternas demandas de los inconformes con todo.

Entonces pregunté a Esteban Moctezuma si seguiría el consentimiento con la CNTE:

— Nosotros llevamos las relaciones con el SNTE y nos entendemos muy bien con su dirigente Poncho Cepeda —me contestó durante una cena en casa de Juan Carlos Hinojosa.

El enemigo dentro

Esta vez las cosas van en serio. Claudia Sheinbaum no se sometió a su capricho y canceló la cita del viernes al mediodía, con una promesa adicional: no les abriría más la sede presidencial.

Los reporteros le insistieron:

— ¿Cerrado el diálogo?
— Conmigo sí —zanjó—, recordó sus arbitrariedades y los remitió a la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, con la asistencia de Mario Delgado.

Esto es público, pero hay otros elementos. Como advertimos, la decisión no era simple, porque la CNTE es histórica aliada electoral del movimiento pejista, cuyo único fin es ganar incondicionales y votos.

Pero están equivocados los maestros rebeldes, pues el peso político-electoral de la Coordinadora ha disminuido y cada vez tienen mayor rechazo de la población.

Otro aspecto de más peso: se les busca cerrar las fuentes de financiamiento con miembros del gobierno —lo peor es tener al enemigo dentro— y gobernadores dados a repartir dinero público.

Malas noticias para ellos, pero ojo: nadie está en contra de sus demandas —mayores ingresos y mejores condiciones de vida— sino contra el abandono de alumnos —Mario Delgado ha cerrado la cifra en 1.5 millones— y las protestas que causan tanto daño a la ciudadanía.

Y ahora también contra Claudia Sheinbaum, porque le bloquean Palacio Nacional.

El buen magisterio

1.- Ayer, el buen magisterio fue homenajeado en la Basílica de Guadalupe. El rector Efraín Hernández Díaz decidió dedicar la misa principal del domingo a los docentes, y los celebrantes, apoyados por obispos de Colombia, dirigieron un gran aplauso.

Entre los asistentes se encontraba el exlíder sentista Rafael Ochoa Guzmán, quien también recibió menciones y ovaciones de quienes llenaban el recinto religioso.

2.- A la usanza de sus gobiernos, Estados Unidos confirmó el listado de 44 políticos mexicanos presuntamente ligados al narcotráfico y al crimen organizado.

Los nombres ya son públicos y uno de ellos, Manuel Bartlett Díaz, arrastra una persecución desde 1985, cuando se le vinculó al asesinato del exagente antidrogas Enrique "Kiki" Camarena Salazar, torturado y ejecutado en Guadalajara, pero enterrado en el rancho El Mareño, en Michoacán.

— Primero me suicido que dejarme extraditar —le citan amigos suyos.