Con el respaldo de al menos 500 personas afiliadas en todo el país, de las cuales alrededor de 40 pertenecen a Yucatán, la Coalición Laboral Puteril (CLaP) busca dar un paso histórico: avanzar hacia la sindicalización del trabajo sexual en México, comenzando por el reconocimiento legal de este oficio como una forma legítima de empleo.
¡Únete a nuestro canal de WhatsApp!Condiciones laborales dignas
“La justicia social implica reconocer trabajos y oficios que han sido discriminados y violentados”, afirmó Dafne Aguilar Martínez, representante de CLaP en Yucatán. Aseguró que la meta es exigir condiciones laborales dignas, visibilidad, y derechos para las personas que ejercen el trabajo sexual en todas sus modalidades.
La organización, que tiene ya dos años de existencia, se ha articulado a nivel nacional y plantea cuatro ejes principales como base para futuras acciones sindicales: el reconocimiento del trabajo sexual; acceso a la seguridad social; una vida libre de violencia; y participación en la toma de decisiones.
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Trabajo sexual no es reconocido como trabajo
“Para formar un sindicato, primero se tiene que reconocer el trabajo, y el trabajo sexual ha sido excluido de ese reconocimiento”, lamentó Aguilar Martínez; y reiteró que muchas personas que ejercen, incluyendo creadores de contenido, trabajadores de plataformas y hombres, enfrentan violencia, discriminación y estigmatización.

La mayor traba legal, señaló, está en la confusión persistente entre trabajo sexual y trata de personas: “el trabajo sexual es trabajo. Si no se reconoce como tal, entonces queda en una zona gris donde se le trata como delito o se le invisibiliza”.
Aunque Mérida ha mostrado cierto avance, como la eliminación de sanciones administrativas contra las trabajadoras sexuales en reglamentos locales, el panorama federal sigue siendo restrictivo: “esto es algo que no se va a lograr sin lucha ni sin abrir el diálogo sobre derechos laborales”.
Actualmente, CLaP tiene 500 personas afiliadas a nivel nacional, con núcleos activos en la Ciudad de México, Mérida, Campeche y Playa del Carmen. En la península, destacan por ejemplo las 40 personas afiliadas en Yucatán.
Perder el miedo como trabajador sexual
Aguilar explicó que el proceso de afiliación es complejo, pues muchas personas no se reconocen públicamente como trabajadoras sexuales por miedo al estigma o por las responsabilidades familiares que cargan.
“Hay quienes dicen ‘soy creador de contenido’, pero no se asumen como trabajadoras sexuales por miedo o desconocimiento. Y eso también es parte de lo que queremos cambiar”, abundó.

Buscando apoyo en organismos de gobierno
La Coalición también busca establecer vínculos con instancias gubernamentales, como la Secretaría de las Mujeres, para abrir espacios de diálogo formal: “el problema es que cuando hay apoyo institucional, muchas veces es por debajo del agua, sin medios y sin transparencia”.
Aunque aún no es posible sindicalizar legalmente al gremio debido a que el trabajo sexual no está reconocido en la Ley Federal del Trabajo como una actividad lícita, CLaP se ampara en los artículos 354 y 355 de la misma legislación para organizarse como coalición.
“Estamos empezando, no sabemos si logremos ver en vida la sindicalización, pero tenemos que abrir el camino”, concluyó Aguilar Martínez.