Luigi Mangione se declara "no culpable" del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, esto durante una audiencia celebrada este 25 de abril en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Manhattan.
Vestido con uniforme beige, compareció ante la jueza Margaret Garnett, quien le leyó los cuatro cargos en su contra: asesinato con arma de fuego, posesión de armas y acoso reiterado.
Este caso ha generado una fuerte atención mediática desde que ocurrió el crimen el pasado 4 de diciembre en una calle de Nueva York, y ha reactivado el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos.
El asesinato sacude el debate sobre los seguros médicos
Brian Thompson, presidente de UnitedHealthcare, fue asesinado en un hecho que la secretaria de Justicia, Pamela Bondi, calificó como un "acto de violencia política". A principios de abril, Bondi informó que buscará la pena capital para Mangione, quien cumplirá 27 años el próximo 6 de mayo.
El crimen adquirió connotaciones políticas cuando Bondi argumentó que el asesinato fue premeditado y cometido a sangre fría, y destacó que la actual administración anuló la moratoria sobre ejecuciones en casos federales, impuesta por el presidente anterior.
Una causa judicial que polariza a Estados Unidos
El caso ha dividido a la opinión pública. Mangione, ingeniero y egresado de una prestigiosa universidad, pertenece a una familia acomodada, pero su presunto acto violento despertó una ola de simpatía entre ciertos sectores críticos del sistema de salud estadounidense.
Activistas y simpatizantes han recaudado cerca de 950 mil dólares para su defensa legal. “Hay gente que cree que, incluso si es culpable, actuó como reflejo de la injusticia en el sistema de seguros médicos”, declaró Lindsay Floyd, una de las promotoras de su causa.

El crimen revela tensiones sociales y políticas en EE.UU.
Elliot Gorn, profesor de historia en Loyola University Chicago, señaló que lo más llamativo del caso fue el "profundo sentimiento de agravio" expresado por ciudadanos que han sufrido exclusiones en el sistema de salud. A pesar de una prolongada campaña política, el tema sanitario apenas fue discutido, pero el asesinato de Thompson parece haber reactivado la conversación nacional.
Por su parte, Jeffrey Butts, investigador en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, interpretó el caso como un símbolo del creciente resentimiento social.
Según Butts, la atención que genera Mangione refleja un clima político influenciado por figuras polarizantes, y subraya cómo la violencia puede ser vista por algunos como una forma legítima de protesta.
Información: AFP