Foto: Juan Manuel Contreras

Durante el 17º Congreso Europeo de Genética de Hongos, celebrado del 2 al 5 de marzo en Dublín, Irlanda, un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) obtuvo el premio a la Mejor Presentación Oral (Best Oral Presentation) por su proyecto ecológico basado en el uso de hongos para la remediación del aceite quemado de cocina.

El evento reunió a más de mil proyectos de investigación en áreas como materiales sustentables, energías alternas y patologías fúngicas, con participación de destacados científicos y representantes de la industria europea.

Proyecto con impacto ambiental positivo

En rueda de prensa, se informó que tres proyectos desarrollados en Yucatán fueron seleccionados para el congreso, todos dirigidos por el Dr. Denis Magaña Ortiz, profesor investigador del ITM.

El estudio premiado consistió en el uso de cepas del hongo Aspergillus foetidus para la degradación del aceite quemado, un residuo altamente contaminante para el agua, el suelo y la salud humana.

“La investigación demostró que el hongo puede transformar el aceite en un abono orgánico inocuo, útil para cultivos como el chile habanero”, explicó el Dr. Magaña.

El proyecto fue presentado por Mariana Espinoza López y causó gran interés entre la comunidad científica internacional, obteniendo el reconocimiento oficial en la sesión de clausura del congreso.

Jóvenes mexicanas con visión científica

El equipo estuvo integrado por Abril Alemán Salvador, Mariana Espinoza López, Danna Ramírez Alemán, Camila Caamal Acosta, Yulislell Pech Canché y Carolina Cruz Carrillo, con estudios iniciales de Sofía Patrón Herrera. La investigación también contó con colaboración de expertos del ITM y del Tecnológico de Conkal.

“La distinción obtenida en Dublín es un importante logro para la ciencia mexicana y demuestra que estudiantes de licenciatura pueden destacar entre investigadores de posgrado de todo el mundo”, afirmaron los participantes.

Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de escalamiento mediante un biorreactor piloto, y se busca financiamiento de la industria y de los tres niveles de gobierno para maximizar su impacto ambiental positivo.

Mariana Espinoza destacó la oportunidad que este proyecto le brindó a nivel local e internacional, mientras que Danna Ramírez Alemán explicó que trabaja para escalar el proyecto industrialmente.

Por su parte, Yulislell Pech Canché comentó: “Este reconocimiento nos demuestra que nuestros proyectos pueden tener un impacto real”.