La isla Pombeba, situada en Río de Janeiro, Brasil, se ha convertido en un imán de residuos. La basura plástica cubre las playas y la vegetación de mangle, afectando la fauna marina y las aves locales.
Este panorama de contaminación, que cubre casi 80 toneladas de residuos, es un claro reflejo de la crisis ambiental que enfrenta la región.
El esfuerzo de limpieza
Durante esta semana, pescadores y voluntarios se unieron para recoger desechos, incluyendo neumáticos, botellas y bolsas plásticas. En total, se lograron recolectar cuatro toneladas de basura, contribuyendo a que poco a poco aparecieran espacios de arena en la isla.
El esfuerzo fue organizado por la fundación Nas Marés, dirigida por la ingeniera ambiental Juliana Poncioni, quien destacó que la situación ya es insostenible: "Este problema no es solo de la bahía de Guanabara o de Brasil, es un problema mundial".
El impacto del plástico y la esperanza para la bahía
La contaminación por plástico es uno de los mayores problemas que enfrentan los ecosistemas marinos. Cada año, 11 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, generando un tsunami de plástico que destruye hábitats naturales y pone en peligro la vida marina.
El estudio sobre la presencia de microplásticos en la isla, liderado por la organización Biotema, busca comprender el impacto de estos residuos en la salud de los seres humanos y el ecosistema marino.
Compromisos de recuperación
Con la candidatura de Río de Janeiro y Niterói como sedes de los Juegos Panamericanos de 2031, se renovaron los compromisos de saneamiento de aguas residuales en la región. Las autoridades locales aseguran que se trabajará para tratar las aguas servidas de más de 10 millones de personas antes de 2030, un paso crucial para recuperar la bahía de Guanabara.
AFP