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Vigente el plan para construir el astillero en Progreso

Tanto el Gobierno del estado como el empresariado yucateco se muestran confiados en que las inversiones en la ampliación del Puerto de Altura se lleven a cabo, toda vez que la empresa italiana Fincantieri no quiere invertir en los diques secos que requiere el astillero que se pretende construir.

José Enrique Molina Casares, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo de Mérida, aseguró que el proyecto para instalar un astillero en Progreso aún puede consolidarse, pues las pláticas entre el Gobierno y Fincantieri no se han detenido y, en todo caso, otras empresas pueden interesarse.

Dudas sobre la inversión y alternativas

En tanto que Joaquín Díaz Mena, aseguró, a través de Facebook Live, que se está buscando la posibilidad de “revivir” la inversión privada para el Puerto de Altura de Progreso, pero también se analizan otras opciones para que la ampliación de 80 hectáreas de plataforma se concrete.

El líder del empresariado yucateco indicó en entrevista para 24 HORAS Yucatán que la empresa italiana sigue en pláticas con el Ejecutivo estatal, y que aún hay posibilidades de que la obra se concrete.

“Lo que sabemos es que se está en búsqueda y en pláticas con otros astilleros aparte de Fincantieri, como opciones alternativas. Lograr que este tipo de industria se instale en Yucatán sin duda será de gran importancia para la economía”, añadió el empresario.

El impacto económico del astillero

Molina Casares destacó que contar con un astillero de 80 hectáreas es clave para el puerto y para el proyecto del Renacimiento Maya que impulsa el gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena.

El investigador de la Facultad de Economía de la UADY, Jorge Canché Escamilla, consideró que la “cautela” de Fincantieri para invertir es normal, pues el país enfrenta cambios importantes en sus políticas económicas.

“Hoy vemos a un Gobierno que está más interesado en fortalecer el mercado interno, en depender cada vez menos del mercado exterior, y eso genera inquietud en los inversionistas”, comentó.

Un contexto político incierto

“No es que lo que esté haciendo el Gobierno mexicano esté mal, pero sí es diferente a las políticas de total apertura de otras administraciones, donde a los inversionistas extranjeros se les daban muchos estímulos y facilidades sin grandes exigencias, esperando que generaran empleos y dinamizaran la economía”, añadió el experto.

Hoy las cosas están cambiando, y esta administración enfrenta un panorama complicado por las políticas y declaraciones contra México de Donald Trump, lo que hace que los potenciales inversionistas sean cautelosos, explicó.

Gobierno de Yucatán sigue en negociaciones

Durante su transmisión semanal en Facebook, Díaz Mena rechazó que las diferencias con Fincantieri sean un fracaso.

“Desde el gobierno anterior, esa posible inversión ya estaba descartada, pues su proyecto era solo habilitar una nueva plataforma de 40 hectáreas en el puerto. Cuando nosotros entramos, cambiamos esa superficie a 80 hectáreas y viajamos a Italia a tratar de revivir el proyecto con esa nueva plataforma”, explicó.

“Aún hay posibilidades, como que la Secretaría de Marina invierta o que alguna otra empresa lo haga”, finalizó el gobernador.

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