La demanda de los patines eléctricos o scooters como medio para transportarse  ha crecido en Mérida, pues las personas empiezan a ver esos aparatos como una opción accesible y económica para transportarse por la ciudad, mientras en la entidad aún no existe una regulación específica para su uso.

Aumento en un 400%

La venta de estos vehículos ha aumentado en comercios de la ciudad hasta en un 400%,  como es el caso de la tienda “Honey Whale”, ubicada en el Centro Histórico de Mérida. 

Emanuel, encargado del lugar señaló que al principio se vendían en promedio unos cinco “scooters” a la semana, y actualmente están vendiendo un promedio de 20 unidades a la semana.

Alta demanda

La demanda es tan buena, que aseguró que ya buscan volverse distribuidores de la marca que maneja unidades que van de los seis mil 999 pesos hasta los 14 mil 999 pesos en promedio, dependiendo del modelo y la capacidad de desplazamiento.

El integrante del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida (OMSM), Eduardo Monsreal Toraya, lamentó que a pesar de que cada vez se observa un mayor uso de los llamados scooters, como medio para transportarse por la ciudad de Mérida. 

Pero que hasta ahora, dijo, no existe un marco jurídico que establezca derechos y obligaciones dentro de la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado de Yucatán para su uso, lo que implica un riesgo tanto para los usuarios, como para el resto de la llamada pirámide de movilidad. 

Características de motor y velocidad

Esos patines eléctricos pueden alcanzar velocidades superiores a los 25 kilómetros por hora y algunos modelos con baterías y motores más grandes, superan  los 50 kilómetros por hora.

“Eso los convierte más en un vehículo de propulsión motorizada que un vehículo de propulsión humana, que hoy por hoy no tiene un estatus jurídico claro en las leyes viales de la entidad”, argumentó el especialista. 

TRÁNSITO

Añadió que hasta ahora no existe un marco jurídico que establezca derechos y obligaciones dentro de la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado de Yucatán para su uso, lo que implica un riesgo tanto para los usuarios, como para el resto de la llamada pirámide de movilidad.  

Monsreal Toraya explicó que el estatus jurídico de los scooters es un tanto problemático debido a que por un lado, los patines, patinetas y monopatines están reconocidos por el Reglamento de la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado de Yucatán como “Vehículos de Propulsión Humana” (Art 19. Fracc. IV) y como tal, tienen derechos y obligaciones similares a las personas usuarias de bicicletas y triciclos.  

Por otro lado, el especialista mencionó que el mismo Reglamento de la Ley de Tránsito y Vialidad establece que los conductores de vehículos menores motorizados (bicimoto, motocicleta, triciclo automotor, trimoto y cuatrimoto) requieren tener licencia y portar casco.   

En el 2022, el Observatorio y otros colectivos ciudadanos plantearon al Gobierno del estado la necesidad no sólo de crear una Ley de Movilidad y Seguridad Vial para la entidad, sino también la creación de una nueva Ley de Tránsito y Vialidad del Estado que estuviera completamente homologada con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV), lo cual no prosperó.

Responsabilidades ante un nuevo medio de transporte

El ingeniero de Tránsito y auditor en Seguridad Vial por el Centro Nacional de Prevención de Accidentes, René Flores Ayora, expuso que actualmente no existe una forma de saber cuántas personas usan ese tipo de vehículos, características y demás en la entidad.

“Esos patines eléctricos se venden como si fueran un objeto de uso lúdico, por lo que es muy difícil saber cuántos ya hay en las calles, aun cuando la realidad es que muchos ya lo usan como medio de transporte, y circulan por todas las vialidades de la ciudad sin las mínimas medidas de protección y seguridad”, precisó. 

Al igual que Eduardo Monsreal, Flores Ayora considera que las leyes y reglamentos actuales ya son obsoletas y requieren de una actualización, sobre todo ahora en el que este tipo de vehículos empieza a integrarse de manera más acelerada a la pirámide de movilidad en la ciudad.

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