El magnate Elon Musk desató una ola de críticas el lunes durante su intervención en la investidura del presidente Donald Trump.
Mientras agradecía a los seguidores del nuevo mandatario estadounidense en el Capital One Arena de Washington, Musk realizó un gesto que muchos interpretaron como un saludo nazi.
El gesto consistió en golpearse el pecho con la mano derecha, extenderla hacia el público y luego girarse para repetirlo hacia los asistentes.
Reacciones ante el gesto
El gesto de Musk fue rápidamente asociado por algunos con el saludo nazi "sieg heil". Historiadores como Claire Aubin, especializada en el nazismo en Estados Unidos, coincidieron con quienes consideraron que la postura del magnate era una evocación del saludo utilizado por el régimen nazi.
Musk, sin embargo, descalificó las críticas, sugiriendo que sus detractores buscaban "trucos sucios" para atacarlo.
¿Un gesto humorístico o un saludo nazi?
Por otro lado, algunos asistentes al evento defendieron a Musk, interpretando su gesto como una broma o un acto sarcástico.
Brandon Galambos, uno de los presentes, comentó que Musk "tiene mucho humor" y que no parecía estar tomando la situación en serio.
La Liga Antidifamación (ADL) se sumó a la defensa de Musk, asegurando que su gesto, aunque extraño, no era un saludo nazi. Esta postura fue respaldada por algunos historiadores, quienes consideraron que el gesto podía ser simplemente una manifestación personal y no un acto político.
Críticas y defensa del gesto
Aunque algunos historiadores como Aaron Astor descartaron que el gesto tuviera connotaciones nazis, otros, como la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, se sumaron a la crítica, la calificaron como un saludo "Heil Hitler".
Musk, quien reveló en 2021 que tiene el síndrome de Asperger, sugirió que su gesto era una expresión personal de simpatía hacia el público.
AFP