FOTO: AFP

Monitorear la calidad del sueño por internet, agarrar un objeto con un brazo robot o contar las calorías de una comida. En China, con una población cada vez más envejecida, la tecnología busca acompañar el día a día de los ancianos.

Cientos de jubilados participaron esta semana en una feria en Shanghái que les estaba enteramente dedicada. En las casetas se expusieron todo tipo de inventos diseñados para facilitarles el día a día.

En 2022, China tenía cerca de 215 millones de personas mayores de 65 años, de una población de 1.400 millones, según cifras oficiales.

La población aumentó de forma constante durante 60 años, pero registra un descenso desde 2020. La situación hace temer una fuerte reducción de la población activa y una mayor presión sobre el sistema sanitario, ya que el país cuenta con cada vez más ancianos.

Visitors check a bed designed for patients during the International Exhibition of Senior Care, Rehabilitation Medicine and Healthcare (CHINA AID 2024) at the Shanghai New International Expo Centre (SNIEC) in Pudong district of Shanghai on June 13, 2024. (Photo by HECTOR RETAMAL / AFP)

Como las familias suelen tener un solo hijo, es difícil que dependa de ellos cuidar exclusivamente a los padres ancianos. Los expositores del salón son conscientes de ello y proponen utilizar la tecnología como remedio.

El uso de esta herramienta, sin embargo, representa una verdadera revolución en un país donde la tradición quiere que los miembros de la familia cuiden a sus mayores en casa.

– Ahorrar costes –

Yu, de 64 años, observa atentamente cómo una empresa hace una demostración de una silla automática para subir escaleras y de un equipo para trasladar a una persona de una cama a una silla de ruedas.

“Hoy en día hay cada vez menos jóvenes y cada vez más mayores. Estos productos inteligentes pueden ofrecer mejores servicios a los ancianos”, opina.

Él mismo dice que ya ha comprado sillas y camas inteligentes para los miembros mayores de su familia, incluido un pariente de 90 años al que cuida.

En otro puesto, la sociedad Innopro de Shenzhen, en el sur de China, promete a las familias una vigilancia constante y de alta tecnología de sus mayores, mediante relojes conectados, detectores de movimiento y dispositivos de medición de la temperatura.

A man checks a wheelchair during the International Exhibition of Senior Care, Rehabilitation Medicine and Healthcare (CHINA AID 2024) at the Shanghai New International Expo Centre (SNIEC) in Pudong district of Shanghai on June 13, 2024. (Photo by HECTOR RETAMAL / AFP)

Entre sus clientes figuran residencias de ancianos y administraciones locales.

“Para las instituciones, la esperanza es ahorrar en costes laborales, porque hay que hacer controles [a cada residente] cada noche”, explica a la AFP Jin Guohui, empleado de Innopro.

“Con este aparato, disminuimos su [carga de] trabajo”, añade, mientras muestra una pequeña caja blanca con una tarjeta SIM que mide los hábitos de cada individuo.

– © Agence France-Presse

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