Fotografía: Cortesía

De acuerdo a la Secretaría de Marina (Semar), Celestún y Dzilam de Bravo representan focos rojos de pesca furtiva en Yucatán, en donde el pepino de mar y el pulpo representan la mayor parte de esta actividad ilícita que deriva en importantes afectaciones para los ecosistemas marinos. Hoy se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra la Pesca Ilegal. 

Además de estos puertos, la Semar también ha informado sobre decomisos de producto ilícito en Telchac y Progreso. La frecuencia de estos operativos suele ocurrir por lo menos una vez al mes, según los boletines que hace circular la Secretaría. 

En la entidad, la pesca ilegal se presenta principalmente en especies como el pepino de mar y el pulpo, situación que perjudica al medio ambiente, pues desequilibra los ecosistemas marinos que dependen de estos ejemplares.

En el caso del pepino de mar, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señala que se trata de un factor fundamental en la limpieza del fondo marino, convirtiendo los desechos orgánicos en nutrientes, permitiendo así la oxigenación del mar.

“El pulpo por su parte, es uno de los carnívoros más voraces, ejerce el control de la sobrepoblación de distintas especies como cangrejos, mejillones y almejas, por lo que la función ambiental de ambas especies en el estado, es fundamental para la salud marina y para la economía de las familias que dependen de la pesca”.

Ilegal el 30% de la pesca en Yucatán

Según pescadores yucatecos, de los 12 mil que hay en Yucatán, más de mil 500 están dedicados a la captura clandestina; y el 30% del producto que se consume en la entidad es de procedencia ilegal.

“Esto deriva en problemas mucho más graves como inseguridad y falta de empleo para la gente por la sobreexplotación de las especies”, condenó José Manuel Sánchez González, presidente de la asociación civil Armadores Pesqueros.

Ninguna empresa, pescador o empresario, aseguró, va a invertir dinero para sacar sus barcos cuando sabe que las especies se las están llevando personas que no cuentan con los permisos reglamentarios y utilizan artes de pesca prohibidas.

Los pescadores furtivos, acusó, “se llevan a la bolsa” entre dos y tres mil pesos diarios con su actividad, mientras los que pertenecen a alguna cooperativa ganan entre 200 y 300 pesos al día, “si bien les va”.

Aseguramientos

Apenas el pasado 24 de mayo la Semar logró el aseguramiento de tres compresores de aire para buceo y artes de pesca prohibidas, durante una inspección realizada en inmediaciones de la Terminal Remota de Progreso y en Dzilam de Bravo.

Ese mismo día la instancia llevó a cabo la retención precautoria de la embarcación menor “Gabriel“, la cual transportaba aproximadamente 222 kilogramos de pescado negrillo y 72 kilogramos de huachinango.

“La pesca ilegal nos pega a todos. Además, la gente que ha llegado de fuera, la migración es enorme, tenemos gente de fuera en puntos clave en donde a últimas fechas han ingresado más de 100 embarcaciones”, añadió Sánchez González.

Cifras del gobierno federal arrojan que Yucatán cuenta con 15 mil pescadores, de los cuales 12 mil son locales, y el resto son foráneos provenientes de Campeche y Tabasco que arriban al estado para  aprovechar la temporada.

La actividad pesquera en la entidad genera 15 mil empleos directos y un ingreso anual de al menos 36 millones de dólares por concepto de exportaciones.

Cada 5 de junio se celebra el Día Internacional de la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, una fecha decretada por las Naciones Unidas en 2017, y con la que se pretende terminar con la pesca ilegal y con las prácticas abusivas que ponen en peligro los recursos pesqueros del planeta.

Juan Manuel Contreras

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