Anselma Chalé Euan, una mujer apasionada por la naturaleza y la cultura ancestral maya, ha construido un santuario de abejas meliponas en la subcomisaría de Xcunyá, Yucatán. A pesar de enfrentar la adversidad de las lluvias y huracanes, ha reconstruido su santuario tres veces, resguardando a sus abejas incluso en su propia casa durante las tormentas.

Como practicante de la meliponicultura y medicina tradicional, Anselma lidera la cooperativa Kuchil Kaab, compuesta por 20 mujeres, dedicada a criar abejas meliponas y elaborar productos a base de miel. A pesar de una enfermedad que la dejó postrada en el hospital, Anselma nunca abandonó a sus “hijas” y continuó su labor, utilizando la miel para sanar y cicatrizar.

Anselma siente una conexión especial con sus abejas, creyendo que pueden percibir las energías y emociones. A través de su trabajo, promueve la importancia de las abejas para el ecosistema y la salud humana, ofreciendo productos naturales y locales a través de las redes sociales.

Su historia es un testimonio de resistencia, amor por la naturaleza y preservación de las tradiciones ancestrales, destacando la importancia de proteger las abejas y consumir productos locales y naturales para un futuro sostenible.

Dependemos de la supervivencia de las abejas

Las abejas y otros polinizadores enfrentan amenazas cada vez mayores debido a la actividad humana. La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de numerosos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse, y el 75% de los cultivos alimentarios mundiales dependen en cierta medida de ella. Además, el 35% de las tierras agrícolas mundiales lo hacen.

El 20 de mayo ha sido designado como el Día Mundial de las Abejas por las Naciones Unidas para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas que enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.

Este año, el tema es “Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud”, destacando la importancia de involucrar a los jóvenes en la apicultura y los esfuerzos de conservación de los polinizadores. La campaña busca concienciar sobre el papel esencial de las abejas y otros polinizadores en la agricultura y la biodiversidad, capacitando así a una nueva generación de líderes medioambientales.

Las tasas actuales de extinción de especies son cien a mil veces más altas de lo normal debido a las acciones humanas. Casi el 35% de los polinizadores invertebrados y alrededor del 17% de los vertebrados están en peligro de extinción en todo el mundo, principalmente debido a prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, plaguicidas y el cambio climático.

Los agricultores, los responsables de las políticas y cada individuo tienen un papel importante en la protección de los polinizadores. Se pueden tomar medidas como cultivar una variedad de plantas autóctonas, comprar productos a agricultores que practiquen métodos sostenibles, y reducir o modificar el uso de pesticidas.

La conservación y el uso sostenible de los polinizadores son prioridades para el Convenio sobre la Diversidad Biológica. La FAO ofrece asistencia técnica a los países en diversas áreas, desde la cría de abejas hasta soluciones sostenibles para la producción de miel.

El declive de las abejas y otros polinizadores nos afecta a todos. Es crucial crear conciencia y tomar medidas para proteger a estos organismos vitales para nuestro ecosistema y nuestra supervivencia.

La ONU ofrece algunas acciones que podemos tomar para proteger a las abejas y otros polinizadores:

Para los individuos en su vida diaria:

  1. Cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
  2. Comprar miel sin refinar a los agricultores locales.
  3. Adquirir productos de agricultores que practiquen métodos agrícolas sostenibles.
  4. Proteger las colonias de abejas silvestres.
  5. Apadrinar una colmena.
  6. Dejar un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
  7. Ayudar a mantener los ecosistemas forestales.
  8. Crear conciencia sobre la situación de las abejas compartiendo información en círculos y redes sociales.

Para apicultores y agricultores:

  1. Reservar algunas zonas como hábitat natural.
  2. Crear barreras vegetales.
  3. Reducir o modificar el uso de pesticidas.
  4. Respetar los lugares de anidación.
  5. Sembrar atractivos cultivos alrededor del campo.

Para gobiernos y responsables de políticas:

  1. Fomentar la participación, el intercambio de conocimientos y el empoderamiento de las comunidades locales.
  2. Aplicar medidas estratégicas, incluidos incentivos económicos para promover el cambio hacia prácticas agrícolas más sostenibles.
  3. Incrementar la colaboración entre organizaciones nacionales e internacionales, instituciones académicas y redes de investigación para gestionar, investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización.

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