Fotografía: Cuartoscuro

En medio de una creciente preocupación por las olas de calor extremo que azotan América Latina y el Caribe, Tejiendo Redes hace un urgente llamado a los Estados en la región para tomar medidas concretas y coordinadas que protejan a la niñez de los efectos de las altas temperaturas.

En los últimos meses, países como México han experimentado condiciones climáticas extremas que han desencadenado incendios forestales, alertas por temperaturas récord y una ola de calor sin precedentes.

En México, específicamente, las olas de calor han cobrado ya las primeras víctimas, evidenciando la urgencia de la situación.

El calor extremo no solo representa una amenaza para la salud física y mental de la población infantil, sino que también afecta la infraestructura educativa, comprometiendo el derecho a una educación continua y de calidad.

Ante esta situación, Tejiendo Redes presenta una serie de recomendaciones urgentes para los Estados en la región:

  1. Campañas informativas permanentes: Se insta a llevar a cabo campañas basadas en evidencia científica sobre los riesgos del calor extremo en la niñez, con el objetivo de concientizar a las familias, escuelas y comunidades sobre la importancia de tomar medidas de prevención.
  2. Programas intergubernamentales: Es fundamental desarrollar programas que aborden la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el calor extremo en la infancia, especialmente para aquellos niños con padecimientos respiratorios.
  3. Adaptación de infraestructuras educativas: Se propone la implementación de sistemas de climatización naturales y aislamiento térmico en las escuelas, así como la posibilidad de reorganizar horarios escolares o brindar clases virtuales durante las olas de calor.
  4. Generación de espacios públicos seguros: Se recomienda crear espacios públicos adaptados y/o climatizados donde los niños puedan realizar actividades recreativas seguras durante los periodos de calor extremo.
  5. Investigación y monitoreo: Es esencial establecer convenios con universidades para investigar y monitorear los impactos del cambio climático en la salud infantil, desarrollando así sistemas de alerta temprana.

En el caso de México, se hace un llamado urgente a reactivar la Comisión intersecretarial del Sistema Nacional de Cambio Climático y a integrar la perspectiva de infancia en sus decisiones, así como a fortalecer la coordinación con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Integral de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.

Estas acciones no solo buscan mitigar los efectos del calor extremo en la niñez, sino también fortalecer el tejido social y educativo frente a futuros desafíos climáticos.

24 Horas Yucatán

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