A cuatro años del inicio de la pandemia de Covid-19, las escuelas particulares en Yucatán aún luchan por recuperar la totalidad de su matrícula estudiantil, una situación que refleja los retos persistentes en el sector educativo privado.
Elías Dájer Fadel, presidente de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares de Yucatán, proyecta que la completa normalización de la matrícula podría tardar aún dos años.
Según el directivo, estas instituciones educativas están operando actualmente al 75% de su capacidad máxima, un notable decremento comparado con los niveles pre-pandemia.
“Esperamos que en los próximos dos años podamos recuperar ese 25% restante de nuestra matrícula total, para volver a operar en las condiciones que teníamos antes de la contingencia sanitaria”, explicó.
La pandemia golpeó duramente a las escuelas privadas, que llegaron a perder hasta el 50% de sus estudiantes en los momentos más críticos.
La cifra es aún más preocupante cuando se considera que en Yucatán, uno de cada diez alumnos de primaria asiste a escuelas privadas, lo que representa un total de 26 mil 814 niños y niñas afectados por estas fluctuaciones.
Dájer Fadel dijo que la disminución en la matrícula no solo ha afectado la capacidad operativa de estas escuelas, sino también su estabilidad económica.
Muchas de estas instituciones -agregó- enfrentan dificultades significativas para cubrir el salario de su personal docente, administrativo y de servicios, más aún con los recientes aumentos al salario mínimo.
“Para mantener el talento de nuestros profesionales, hay que reconocer su trabajo. No podemos pagar por debajo de lo que corresponde y cumplir con sus derechos laborales,” señaló Dájer Fadel.
Esta presión financiera ha llevado a algunos directivos a “apretarse el cinturón”, gestionando cuidadosamente el 90% de sus costos que corresponden a la nómina.
Además, las escuelas particulares han tenido que ajustar sus colegiaturas para reflejar estos cambios económicos.
A pesar de no haber incrementado las tarifas durante los años más duros de la pandemia, ahora se anticipa un aumento del 20% en las cuotas, intentando compensar en parte los mayores gastos operativos.
Dájer Fadel detalló que en la entidad existen unas 700 escuelas privadas de educación básica, con un promedio de colegiaturas que ronda los mil 500 pesos.
Tras la pandemia, las escuelas particulares de Yucatán enfrentan un desafío significativo para recuperar su matrícula completa, operando actualmente al 75% de su capacidad.
En comparación, Campeche y Quintana Roo muestran patrones similares de recuperación.
Por otra parte, Dájer Fadel informó que las escuelas particulares han reducido el número de estudiantes que estaban en rezago escolar con el plan de trabajo educativo que existía hasta 2022.
Comentó que antes de la pandemia del Covid-19, entre uno y dos alumnos por salón de una institución privada estaban en rezago educativo.
Sin embargo, cuando regresaron a las aulas, después de la contingencia sanitaria, el número se elevó a 20 por aula.
En la actualidad, es de cinco, lo que significa que se ha disminuido la problemática en un 75%.
Señaló que la clave ha sido que las escuelas privadas de la entidad continúan trabajando con el plan educativo que se tenía hasta 2022 y no con el modelo de la nueva escuela mexicana.
Abundó en que los resultados del Instrumento Diagnóstico para Alumnos de Escuelas Primarias de Yucatán (Idaepy) realizados en 2022 revelaron que el 65 por ciento de los alumnos mostraron insuficiencia de aprendizaje en matemáticas y español, como resultado de haber estado confinados durante casi dos años por la contingencia sanitaria.
“El resultado de las escuelas privadas era mucho mejor, pero sí veíamos que traíamos un rezago en términos de esta situación y hemos trabajado a marchas forzadas para acabar con el problema, y creo que lo hemos logrado en buena medida”, comentó Dájer Fadel, quien agregó que se ha disminuido el 75 por ciento del rezago que había.