En una historia que inspira y motiva, Adriel Chel González, estudiante del municipio de Huhí, Yucatán, ha conquistado el mundo del ajedrez con su pasión y entrega incansable. Desde sus humildes comienzos como un pasatiempo, hasta convertirse en campeón nacional invicto, su viaje es una prueba viviente del poder del compromiso y la perseverancia.
Adriel descubrió su amor por este deporte a los 12 años, cuando empezó a jugar casualmente en una computadora. Con el tiempo, su curiosidad y determinación lo llevaron a perfeccionar sus habilidades, convirtiendo este juego en su verdadera pasión.
“El ajedrez es una representación de la vida”, reflexiona Adriel, mientras sostiene orgullosamente su presea dorada del segundo Torneo de Ajedrez Nacional de Telebachilleratos Comunitarios 2024. Su viaje desde competencias locales hasta el escenario nacional es un testimonio de su dedicación y crecimiento continuo.
La influencia de su hermano menor, un simple regalo de un tablero de Ajedrez, y el apoyo inquebrantable de su familia y maestros, incluido Marcelino Pacheco, fueron piedras angulares en su camino hacia el éxito. A través de la tutoría y el entrenamiento constante, Adriel pulió sus tácticas de juego y se destacó en cada nivel de competencia.
“No hay derrota que me haga rendir”, declara Adriel con determinación. Su lema, “ganar te hace lograr, pero perder te ayuda a aprender”, refleja su mentalidad resiliente y su disposición a convertir los obstáculos en oportunidades de crecimiento.
Para Adriel, este logro no es solo suyo; es el resultado del apoyo incondicional de su comunidad escolar, familia y amigos. Reconoce el papel fundamental del Telebachillerato Comunitario en su desarrollo académico y personal, brindándole el espacio y los recursos para perseguir sus sueños con determinación.
Con su mirada puesta en el futuro, Adriel sueña con convertirse en un ajedrecista profesional y seguir inspirando a más jóvenes a explorar el fascinante mundo del Ajedrez. Su historia es un recordatorio poderoso de que con pasión, dedicación y apoyo, cualquier meta es alcanzable.
Adriel Chel González, un verdadero campeón que ha puesto en alto el nombre de su comunidad y su estado, es un ejemplo viviente de que los sueños pueden convertirse en realidad con perseverancia y determinación.